Extraoficialmente desde la familia Menem informaron a NUEVA RIOJA que los delincuentes se llevaron una bandera de la tumba del expresidente, pero no tocaron nada más.
La Asociación Árabe Argentina Islámica informó este jueves por la tarde que alrededor de 100 sepulturas en el Cementerio Islámico de La Tablada fueron vandalizadas, profanadas y objeto de hurto entre el 13 y 14 de febrero. Dentro del listado de tumbas violentadas, se encontraban las del expresidente Carlos Saúl Menem -el miércoles se cumplieron tres años desde su fallecimiento-, y la de su hijo Carlos Menem Jr. -perdió la vida en marzo de 1995 a raíz de un presunto accidente aéreo-.
“Los delincuentes sustrajeron marcos de bronce, destruyeron estructuras de mármol y hurtaron la bandera argentina que flameaba sobre el lugar de descanso del exmandatario y su hijo. Estas agresiones no son las primeras que sufrimos en el predio y no pueden ser tomadas a la ligera tratándose de un lugar de tamaña importancia espiritual y simbólica”, detalla el comunicado que compartió la organización a través de sus redes sociales.
Y completa: “Llamamos a toda la colectividad islámica y a la comunidad en general a repudiar estos hechos. La denuncia correspondiente ya se encuentra radicada e interviene la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N°8 y el Juzgado de Garantías N°5 del Departamento Judicial de La Matanza”.
En diálogo con LN+, el presidente de la Asociación Árabe Argentina Islámica, Adalberto Assad, reveló haber conversado con miembros de la familia Menem a raíz del hecho: “La familia, cuando vio esta repercusión, me llamó por teléfono y le conté la situación. Nosotros tenemos seis hectáreas en el cementerio, está llenó asentamientos y de noche esto es tierra de nadie. Pedimos seguridad en varias oportunidades, nos las mandan dos días y después no la volves a ver”.
“Durante 20 años tuvimos la custodia de Gendarmería. Luego la sacaron. Y ahora estamos regándole a la guardia urbana que venga. Contamos con un solo cuidador de noche. Pero, como decía antes, son seis hectáreas. Es muy difícil de controlarlo. Hemos tenido que poner una nueva bandera en la tumba del Dr. Menem. Nos han robado parlantes por donde canalizábamos el Sagrado Corán cuando los familiares de los fallecidos iban a visitarlos”, precisó.
El exsenador falleció el 14 de febrero de 2021 -a los 90 años- en el Sanatorio Los Arcos, donde permanecía internado por una infección urinaria. Las complicaciones de salud de Menem venían de larga data. Meses antes de su deceso, había sido ingresado al Instituto del Diagnóstico y Tratamiento a raíz de una neumonía bilateral. De hecho, en la edición del 15 de febrero NUEVA RIOJA publicó un sentido posteo que realizó su hija Zulemita a raíz del aniversario la muerte del ex presidente y uno de los riojanos más notables que tuvo el Siglo XX.
“Él va a descansar en el cementerio islámico, junto a mi hermano, a pesar de que profesaba la religió católica, pero va a estar con mi hermano”, afirmaba en en ese entonces Zulemita Menem, en las puertas del establecimiento médico ubicado en el barrio porteño de Palermo.
Su traslado
En consecuencia, tras la ceremonia en el Salón Azul del Congreso, el cuerpo del político riojano fue trasladado desde el Palacio Legislativo hasta el camposanto que se encuentra en San Justo, La Matanza. Allí, el expresidente fue enterrado al lado de su hijo Carlos Menem Jr., junto a quien permanece hasta el día de la fecha.
Por su parte, “Carlitos” (26) falleció el mediodía del miércoles 15 de marzo de 1995, después de que el helicóptero Bell 206B JetRanger III que manejaba se estrellara a un costado de la ruta nacional 9, en el kilómetro 211,5, entre Ramallo y San Nicolás. Los restos de la aeronave quedaron esparcidos en el campo.
La nave, según la versión oficial, chocó contra unos cables de media tensión, a 11 metros de altura, e impactó en unos pastizales. Tras la caída, el piloto Silvio Oltra murió en el acto, mientras que el hijo del entonces mandatario llegó a ser trasladado al Hospital San Felipe de San Nicolás.
Fueron 55 las personas que vieron al vehículo volar más bajo de lo normal y, hasta dos años después de la tragedia, hubo entre 11 y 14 testigos muertos, un dato que algunos consideran tan sospechoso como la tragedia de Carlitos. Entre ellos, el cuidador del campo donde cayó la nave, de nombre Lorenzo Epifanio Siri, de 67 años, quien un mes y tres días después de prestar testimonio perdió la vida tras ser atropellado mientras cruzaba la ruta del lugar de los hechos.
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