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Sociedad DEVOCIÓN RELIGIOSA

El Señor de la Peña vuelve a convocar a los fieles

Se espera por una multitud en el Paraje El Barreal, por lo que se preven intensos controles para la circulación vial. A las 15, el Obispo Braida dará su tradicional mensaje.
Agrandar imagen Ubicado en el Departamento Arauco.
Ubicado en el Departamento Arauco.

Este viernes, toda la atención católica está puesta en el Señor de la Peña, el paraje ubicado en el departamento Arauco. Se recomendó circular con todas las normas de seguridad y por ell se concientizó que los requisitos para circular en moto son: DNI del Conductor, Licencia de Conducir, Seguro vigente, Chaleco refractario, luces reglamentarias. En tanto que para autos y camionetas: DNI del chofer, licencia de conducir, seguro vigente, cinturón de seguridad y luces reglamentarias.

La actividad estará centrada en horas de la siesta, cuando a las 15.00 el obispo Dante Braida dé su mensaje a la feligresía.

El Señor de la Peña es una enorme roca con forma de rostro (perfil y cabellera), desprendida de las estribaciones de la Sierra del Velasco de remota fecha (sin determinar con exactitud). Se encuentra ubicada geográficamente en el Paraje “El Barreal” Departamento Arauco a 95 Kms de la ciudad de La Rioja y 47 de la Ciudad de Aimogasta (cabecera departamental).

Se dice que los habitantes Diaguitas fueron los primeros en encontrarla, tomándola como punto de referencia para cazar y en su sombra resguardarse de las altas temperaturas de la región. Estos lo llamaron primitivamente “Llastay” divinidad diaguita que hace referencia al dios tutelar de los animales del cerro, tal vez por su rostro antropomórfico que asemeja a una persona mirando a la montaña.

Con el paso del tiempo y tras la conquista española llega la misión de cristianizar, aprovechando esta imagen de gran devoción indígena para inculcar que se trataba del rostro de Cristo, desde allí que toma este nombre, “El Señor de la Peña” Señor por Cristo y Peña por la roca, aunque también fue conocida como la “Peña de Arauco”.

Para el siglo XIX se fue haciendo cada vez más conocida por arrieros y baqueanos de Aimogasta y la Costa riojana, es así que Don Vicente Cedano residente del Distrito Machigasta (Dpto. Arauco) en el año 1842 se aventura en escalar y colocar la cruz de hierro que “aún permanece” en su cima.

En un principio la iglesia católica no aceptaba la veneración de esta masa pétrea, hasta se enviaban custodios para evitar su adoración. Sin embargo, los lugareños solían esconderse hasta que la custodia abandonara el lugar, y así poder demostrar su devoción. Con el paso del tiempo, la feligresía fue haciéndose más popular en el resto de la provincia.

La asunción de Monseñor Enrique Angelelli a la Diócesis Riojana en el año 1968 guiado por la orientación Pastoral del Concilio Vaticano Segundo, significó un gran paso para la aceptación “definitiva” de este lugar, como espacio de verdadero regocijo cristiano. A fines de la década del 60 el cura párroco de Arauco, Julio Cesar Goyochea construyó el primer Vía Crucis de piedra y cemento en el lugar.

En el año 1978, el gobierno provincial con su entonces gobernador Llerena, promulga mediante Ley 3.828/78 la adjudicación al Obispado de La Rioja, un total de 30 hectáreas, en un polígono que encierra 8.823 metros cuadrados. Por ser un lugar que se considera sagrado, es decir, que está bajo la protección de Dios es que desde el año 2022 se lo considera como Santuario

En cuanto a los estudios realizados no hay fecha exacta que indique desde cuando está la roca en el lugar, aunque a principios de siglo XX el arqueólogo Eric Boman fue quien determina el desprendimiento en un cálculo estimativo de un poco más de mil años, tal vez por un gran movimiento telúrico debido a la zona sísmica en la que se encuentra, pero también por la propia erosión o una gran tormenta que desprendió esta y otras rocas que se encuentran desperdigadas en cercanías y alrededores.

Para la fe cristiana y miles de personas que llegan al lugar en cada Semana Santa desde distintos puntos de Argentina, caminando, a caballo, en bicicleta o en otras modalidades de transporte, significa más que una simple roca en el desértico paraje, significa una devoción única de agradecimiento por los favores o promesas cumplidas.

Actividades de Semana Santa
El obispo realizó la ceremonia del lavatorio de pies en la misa del Servicio Penitenciario Provincial.
El obispo realizó la ceremonia del lavatorio de pies en la misa del Servicio Penitenciario Provincial.

En este Jueves Santo, Monseñor Dante Braida celebró la misa en la cárcel, realizando el lavatorio de los pies a los internos y al personal. También presentaron los cuadros realizados por los internos de los distintos pabellones que representan cada Estación del Vía Crucis.

En tanto que en la misa crismal, el obispo comenzó recordando los 90 años de la Diócesis, que se están cumpliendo en este 2024. “Con particular júbilo. Lo hacemos unidos a quienes están aquí presentes en esta Iglesia Catedral y Santuario San Nicolás de Bari y a quienes participan a través de la Televisión, la radio y las redes sociales”, encabezó Braida.

“Hoy damos gracias por el don del sacerdocio de quienes sirven en este tiempo de la Iglesia y damos gracias por todos los que nos precedieron y que sirvieron en esta Iglesia particular a lo largo de estos 90 años entre los que se encuentran nuestro beatos Mártires: Mons. Enrique, Fray Carlos, el Padre Gabriel y Wenceslao”, aseveró.

“Y vivimos esta celebración en este tiempo en que queremos asumir la sinodalidad como un estilo de vida propio de la Iglesia que fundó Jesús. Nos decía el Evangelio que al llegar a Nazaret, el pueblo donde se había criado y en la sinagoga siguiendo el texto de Isaías que se había proclamado, Jesús manifiesta que es él el Ungido por el Espíritu Santo y enviado a “llevar una Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos…” , detalló.

“Queridos hermanos sacerdotes, también nosotros, ungidos como el Señor tenemos la misión de llegar a todos. Por eso nuestro ministerio se realiza con muchas facetas. Dice el documento de la primera fase del Sínodo: “Los diáconos y los presbíteros están comprometidos en las formas más diversas del ministerio pastoral: el servicio a las parroquias, la evangelización, la cercanía a los pobres y emigrados, el compromiso en el mundo de la cultura y de la educación, la misión ad gentes, la investigación teológica, la animación de centros de espiritualidad y otros muchos.” Y luego agrega: “en una Iglesia sinodal, los ministros ordenados están llamados a vivir su servicio al Pueblo de Dios con actitudes de cercanía a las personas, de acogida y de escucha a todos y a cultivar una profunda espiritualidad personal y una vida de oración.” Esto también afecta el modo en que ejercemos la misma autoridad”, sentenció.

“Por eso, para renovarnos en el ministerio, necesitamos vivir con humildad la autoridad propia del ministerio, siempre al servicio de los demás, renunciando a nosotros mismos para dejar que el Espíritu se manifieste ampliamente en nosotros y podamos servir generosamente, como Jesús. En este sentido enseguida, al renovar el SI que dimos el día de la ordenación, seremos interrogados del siguiente modo: ¿Quieren unirse y conformarse más estrechamente al Señor Jesús, renunciando a ustedes mismos y cumpliendo los sagrados deberes, movidos por el amor de Cristo, para servicio de su Iglesia…?”, se preguntó el representante de la Diócesis en La Rioja.

“Una Iglesia Sinodal en aquella en la que todos caminamos juntos. Los ministros como parte de un Pueblo al que están a su servicio, como dijimos, pero también es un caminar juntos que se realiza de modo particular en la fraternidad sacerdotal. En el compartir fraterno, en la ayuda mutua, en el servicio en común a todo el pueblo. Nuestro ministerio tiene una “radical forma comunitaria”, acotó.

“Volviendo al documento del Sínodo, allí se expresa que “No se puede imaginar, hoy, el ministerio del presbítero si no es en relación con el Obispo, en el Presbiterio, en profunda comunión con los otros ministerios y carismas…”. Sabemos de lo esencial de la vida fraterna para nuestra vida, también reconocemos que muchas veces nos cuesta vivirla. Sin embargo de ella depende también nuestra fecundidad en el ministerio. Aislarnos, creer erróneamente que ‘solos podemos’ nos va debilitando el alma y la vida y nuestro servicio al pueblo inmediatamente se empobrece”, profundizó.

“Para caminar juntos es necesario hacerlo con realismo, asumiendo nuestra realidad cómo es con sus luces y sombras, con nuestras virtudes y defectos. “La consciencia de las propias capacidades y de los propios límites es un requisito para comprometerse en el ministerio ordenado con un estilo de corresponsabilidad.”, remarcó.

“En el encuentro que tuvimos por la mañana resonaban con particular vehemencia las palabras del papa Francisco: “¡No descuidemos nunca la fraternidad sacerdotal!” Queridos hermanos sacerdotes, no nos cansemos de buscar caminos de vida fraterna. Como ella es un don de Dios, la supliquemos con confianza y decisión a nuestro Padre y asumamos la cruz propia de caminar con otros. La cruz en la vida fraterna es redentora, renueva y recrea la vida de todos”, subrayó.

SEMANA SANTA SEÑOR DE LA PEÑA

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