La decisión se da tras tres meses sin incrementos en el precio del pan, a pesar de un contexto de aumentos sostenidos en los costos de producción. Carrizo
explicó que, si bien las ventas han mejorado con la llegada del invierno, la rentabilidad del sector sigue disminuyendo por la suba de insumos, servicios y sueldos.
“Hace tres meses que no subimos los precios, pero los insumos siguen subiendo, el gas llega con tarifas desreguladas, el combustible aumenta, hay nuevas paritarias y salarios que cumplir con nuestros trabajadores. Nuestra utilidad cada vez es más pequeña”, armó el panadero.
Carrizo remarcó que, aún con la suba, el pan sigue siendo uno de los alimentos más accesibles para las familias, especialmente en un contexto de profunda crisis económica a nivel nacional: “El kilo de pan, que se puede conseguir desde los $1.400 en algunos lugares, sigue siendo el alimento más económico. Rinde para las cuatro ingestas diarias de una familia tipo. Es el último refugio del ciudadano que tiene escasos recursos”, sostuvo.
Sin embargo, advirtió que la situación del consumidor también es crítica: “Hay una miseria espantosa en todo el país. La gente no llega. Aunque el pan esté en $2.000, $3.000 o $5.000, vienen igual y dicen ‘dame mil pesos de pan’”.
Carrizo cuestionó la falta de correlación entre los índices oficiales de inflación y los aumentos que enfrentan los panaderos en su día a día: “Hace tres meses que no subimos el precio, y la inflación fue de un promedio del 8%. Pero los insumos suben igual: las grasas, las margarinas, los huevos, la levadura… siempre hay una excusa para un aumento del 20% o 25%. Los precios nunca bajan y no acompañan los datos oficiales”, detalló.
Uno de los mayores impactos es el del gas, que según explicó el representante del sector, registró aumentos del 60 al 70% comparado con el mes anterior.
Con información de Radio La Red
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