A sólo 120 kilómetros de la capital sanjuanina, se encuentra un sitio que parece de otro planeta. Caminar por el Valle Encantado, es como caminar por una superficie lunar delineada por dunas, quebradas, cerros, cañadones y extrañas formaciones gigantes.
El lugar está rodeado de enormes paredones rojizos que alcanzan los 15 metros de altura. Se trata de geoformas que fueron moldeadas por acción de la naturaleza a lo largo de 4 millones de años. La erosión provocada por el viento y la lluvia, dieron lugar a estas extrañas formas que se conjugan en un paisaje único.
A lo largo del recorrido, que se extiende unos 8 a 10 kilómetros, hay dos miradores, desde los cuales se pueden observar perfectamente las geoformas distribuidas a lo largo del territorio. El camino de ida se realiza en bajada y el de vuelta en subida. Al no haber mucha sombra, es importante considerar la época del año de la visita. No se recomienda ir en verano por su aridez extrema y la poca sombra.
Valle Encantado se encuentra camino a Mogna, cuyo trayecto también se conoce como Camino de la Fe. En la parte más elevada del recorrido, a 20 kilómetros de la Ruta Nacional 40 y a 12 kilómetros de Mogna, aparecen los miradores. Todo el recorrido cuenta con cartelería informativa. Además, los senderos han sido acondicionados y están aptos para ser recorridos.
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