Por Victoria López Risso
Con el avance tecnológico y tras el éxito de la serie “Gambito de Dama”, el ajedrez comenzó a ocupar espacios digitales que eran desconocidos para este deporte. Antes de la pandemia global de COVID-19, ya estaba presente en transmisiones en línea, pero su auge ocurrió durante el año de confinamiento y virtualidad.
De forma paralela, sucedió lo mismo con Twitch, que fue lanzado en 2008 y, en la actualidad, es la plataforma de live streaming más grande del mundo.
Cada vez es mayor el número de ajedrecistas que se suman a compartir sus partidas y tácticas en este medio, que combina principalmente el vídeo en vivo con videojuegos y otros intereses. Henry Jenkins, profesor estadounidense dedicado a la comunicación, definió este tipo de interacción como un ejemplo concreto de “cultura participativa”. A diferencia de la televisión, hay un intercambio constante entre el streamer y sus suscriptores: un ida y vuelta.
Magnus Carlsen (GM), el segundo campeón de ajedrez más joven de la historia después de Garry Kaspárov y considerado actualmente el mejor jugador activo, renunció a seguir defendiendo su título y optó por dedicarse a jugar otro tipo de torneos, entre ellos en línea. Carlsen se encuentra en el puesto #1 en chess.com, uno de los servidores más utilizados para jugar, donde comparte el podio con Fabiano Caruana (GM) en el segundo lugar y con Hikaru Nakamura (GM) en el tercero.
Además de las competencias, los tres se dedican al stream: juegan, comentan partidas y charlan con sus seguidores, tal como lo hace el “Kun” Agüero en el fútbol. A los streamers se les demanda un rendimiento que va más allá de su habilidad para jugar: la capacidad de entretener. Es uno de los motivos por los cuales es común ver cosas o personajes nuevos en la pantalla. Un ejemplo notable es Rey Enigma, una suerte de “Hombre Araña”, del cual desconocemos quién es el Peter Parker detrás de la máscara. Se trata de un ajedrecista español que estuvo en varias ocasiones participando en Got Talent de España y conserva su anonimato al cubrir su cuerpo entero con una malla que imita los cuadros de un tablero.
En medio de ese misterio, permanece activo en sus redes sociales, lo que produce una incógnita a los espectadores en tiempos que parece que conocemos todo. Por otro lado, como lo fueron las hermanas Pólgar en su época, las hermanas Botez se mantienen invictas en la actualidad. Alexandra y Andrea, ajedrecistas y creadoras de contenido, consiguieron superar el millón de suscriptores en Twitch y en Youtube. Participan en campeonatos internacionales que transmiten a través de sus canales y, no solo eso, también rompen el hielo haciendo vídeos de humor juntas. Uno de ellos consistió en disfrazarse de abuelas y jugar partidas en las calles de Nueva York con el disfraz hasta el final. Durante la pandemia, el encierro detonó nuevas formas de consumir contenido. La necesidad de las personas en permanecer conectadas impulsó una mayor demanda en alternativas digitales para pasar el tiempo. En el cruce de lo milenario y lo contemporáneo, en el punto de encuentro entre el ajedrez y Twitch, surge una comunidad que en medio de la inmediatez con la que corre el mundo, se detiene para pensar.
LA AUTORA
VICTORIA LÓPEZ RISSO NACIÓ EN SAN SALVADOR DE JUJUY Y ACTUALMENTE VIVE EN LA CIUDAD DE CHILECITO, LA RIOJA. ESTUDIA LA LICENCIATURA EN COMUNICACIÓN SOCIAL CON ORIENTACIÓN EN PERIODISMO Y SE DEDICA A DAR CLASES PARTICULARES DE AJEDREZ, UN DEPORTE QUE DISFRUTA DESDE LA INFANCIA.
Comentarios