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1591 Cultura + Espectáculos La columna de Paula

La Ciencia Política y el péndulo

Si todos los aspectos de nuestra vida están marcados por la Ciencia Política, la importancia de la misma radica, en que si todos los ciudadanos habitamos en sociedad, los cambios que sufran los sistemas políticos, van a afectar la vida social y la manera en que interactuamos hacia dentro de nuestra sociedad como hacia fuera de ella.
Paula Monsberger

Por Paula Monsberger

No se si falta mucho o poco por describir de la Ciencia Política o Politología, o tal vez descubrir o explicar, desde Aristóteles y Maquiavelo a la actualidad; pero lo que me gustaría remarcar, es esa costumbre de algunas personas (errada para mi humilde entender) de nombrar a la Ciencia Política en plural como Ciencias Políticas, puesto que la Ciencia Política es una rama de las Ciencias Sociales, que se ocupa de la actividad en virtud de la cual una sociedad, compuesta por seres humanos libres, resuelve los problemas que le plantea su convivencia colectiva.

Si bien la Ciencia de la Política es una, lo que se pluraliza son las acciones de política (correctas o incorrectas) realizadas por individuos (buenos o malos) y los tipos de política que esos individuos o agentes van a aplicar en una comunidad político-social, en la organización de los asuntos públicos. Agradecida a mi formación, voy a honrar mi Profesión, y me gustaría brindar un homenaje a lo que implica y a aquellos que la honran, escribiendo esta columna dedicada a todo politólogo, profesional y agente de la Ciencia Política que hace honor a ella y la honra con su apellido. En la Argentina, rendimos homenaje a la Ciencia Politica de la mano de Mariano Moreno considerado como el primer argentino que reflexiona acerca de la actividad política y en honor también a la trayectoria notable de Guillermo O’Donnell, politólogo argentino y laureado académico de la Universidad de Yale, Notre Dame y del Kellog Institute.

Si todos los aspectos de nuestra vida están marcados por la Ciencia Política, la importancia de la misma radica, en que si todos los ciudadanos habitamos en sociedad, los cambios que sufran los sistemas políticos, van a afectar la vida social y la manera en que interactuamos hacia dentro de nuestra sociedad como hacia fuera de ella. Es por ello que el entretejido político debe estar hilado socialmente por profesionales idóneos así como honrados y probos, como por acciones y conocimientos de gestión adecuados en interacción con otras Ciencias como la administración, la economía y las relaciones internacionales. Es importante equilibrar el péndulo del impacto que provocan las relaciones de poder implícitas o explícitas entre autoridad e individuos, entre grupos y organizaciones, para ello es la Ciencia Política una ciencia social. Ya diría Jacinto Benavente, Premio Nobel de Literatura Español: “los pueblos débiles y flojos, sin voluntad y sin conciencia, son los que se complacen en ser mal gobernados”.

“Es decisivo para actuar en política, la pasión moral”, Theodor Heuss, político alemán y primer Presidente de la República Federal de Alemania.

Si la política está caracterizada por los espacios donde se forman las decisiones que guían a la comunidad y por los aspectos sociales trascendentes para formar el poder político, no podemos concebir a la buena política sin retroalimentación o feedback en las relaciones entre sus agentes público y privados, individuales y colectivos. Podemos describir muchas definiciones del significado y uso de la Ciencia Política para diferentes pensadores, inclinando el péndulo que se desliza de un lado al otro del accionar de ese poder político que se posiciona entre el bien y el mal, entre la virtud y la falacia, entre la verdad y la mentira, etc., recorriendo espacios extremos e intermedios que nos permiten reflexionar sobre cómo los seres humanos deberíamos ordenar nuestra convivencia en la sociedad.

Es ese mismo péndulo el que debe precisar esos conceptos primordiales aunque también controversiales que usa la teoría de la Ciencia Política tales como: libertad, igualdad, democracia, justicia, bien común, desarrollo humano, bienestar, equidad, dignidad y participación. Si volvemos al origen de la Ciencia Política como tal, deberíamos posicionar el péndulo en ese conjunto de actividades que se asocian con la toma de decisiones en grupo y en otras formas de relaciones de poder entre individuos, con el objeto de buscar el bien común de los gobernados y/o de los gobernantes.

¿Cuándo y dónde debe posicionarse el péndulo?

Quisiera ubicarlo en un lugar donde como estudiosa de la Ciencia Política y ciudadana a la vez me siento identificada y cómoda, utilizando una idea de mi escritor preferido “Walt Whitman”, poeta, enfermero voluntario, periodista y humanista estadounidense; el cual decía en uno de sus libros: “A mi juicio, la mejor política que puede aplicar el mejor grupo de personas que gobiernan una comunidad, es dejar vivir a los individuos de esa comunidad el mayor tiempo posible en paz”. Ojalá algún día el péndulo llegue a acomodarse largo tiempo en ese lugar.

¡Hasta reencontrarnos en un óptimo espacio-tiempo, estimado Lector!

LA AUTORA. Paula Monsberger es: Magister en Relaciones Internacionales. Lic. en Ciencia Política, Relaciones Internacionales y Comercio Internacional. Profesora de Alemán. Maestra en Declamación y Recitado. Conductora de Radio y TV. Actriz.

LA COLUMNA DE PAULA

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