Por Gabriel Ocampo Barrionuevo / @gabyocampob
A mediados de 1996, o 97 (no lo recuerdo bien) se sumó a mi colección (y de mis hermanos también) uno de los mejores juegos de la historia de Super Nintendo: “Super Mario RPG: Legend of the Seven Stars”. Una bestia de 32 megas de potencia, que, sin saber inglés, de igual manera viví una espléndida aventura junto a Mario, la princesa y hasta con el mismísimo Kuppa (ahora Bowser).
“Super Mario RPG: Legend of the Seven Stars” salió a la venta en tierras niponas un 9 de marzo de 1996 y dos meses después en el mercado americano, pero por desgracia nunca en Europa. Por una disputa entre ambas empresas desarrolladoras del juego: Nintendo y Squaresoft (ahora Square Enix), por los derechos del juego fuera de Japón y que Square estaba desarrollando “Final Fantasy VII”, para Sony PlayStation, rompiendo con la tradición de la saga exclusiva de la consola de Nintendo. Todo esto terminó afectando la distribución del mismo en el Viejo Continente. El juego fue dirigido por Yoshihiko Maekawa y Chihiro Fujioka. Con la producción del propio (y de pie por favor) Shigeru Miyamoto, el padre de Mario.
La historia de Super Mario RPG no se aleja demasiado del típico argumento de todos los juegos del fontanero. Un día normal en el reino champiñón, la princesa Peach, fue de visita a la casa de Mario, mientras admira las flores de su jardín, es raptada por sorpresa y “nuevamente” por el rey Bowser, llevándola a su castillo. Mario sale inmediatamente a su rescate, dirigiéndose al reino de Bowser. Una vez dentro del castillo, Mario derrota con facilidad a un par de guardias para luego llegar finalmente al salón principal del trono, donde la princesa se encuentra amarrada a lo alto, entre dos enormes candelabros, donde en uno de ellos lo espera el emperador Bowser. Mario derrota rápidamente a Bowser, rompiendo la cadena que sostiene el candelabro.
Una vez derrotado Bowser, Mario se dirige a liberar a la princesa, pero en ese momento aparece descendiendo desde los cielos una gigantesca espada, llamada Smithy Gang, destruyendo la estrella del reino champiñón, separándolas en siete fragmentos por todo el reino y además apoderándose del mismísimo castillo de Bowser. Mario, todo confundido, es expulsado fuera del castillo sin poder rescatar a la princesa que también es enviada a una dirección diferente, al igual que Bowser. En este punto comienza el primer gran juego de rol en toda la franquicia de Mario.
A diferencia de todos los juegos de plataformas, Mario esta vez no estará solo en su odisea. Lo acompañan: Mallow, un niño nube que cree que posee una gran fuerza en los puños. Geno, un muñeco poseído por un espíritu celestial de Star Road, que utiliza poderosas magias y hechizos en el combate. La Princesa Peach, cuando la encontramos por el reino, tiene el poder de curación, pero también fuerza en el combate. Y por último el menos esperado: Bowser, cuyos ejércitos lo han abandonado por miedo a Smithy Gang. que está dirigida por Smithy, un herrero robótico de una dimensión alternativa con aspiraciones de dominación mundial.
Como mencioné anteriormente, “Super Mario RPG” es el primer juego de rol de la franquicia de Mario, basado en los principales elementos de los juegos de rol de Square, como Final Fantasy. La forma principal de luchar contra los enemigos es el combate por turnos con un grupo de hasta tres personajes. “Super Mario RPG” fue aclamado por la crítica y fue la inspiración para otras series de juegos de rol de Nintendo como Paper Mario y Mario & Luigi, ambos sucesores espirituales del juego.
A más de 25 años de su lanzamiento original y cuando todavía estamos recuperándonos de “Super Mario Bros. Wonder” y de ver a Mario en pantalla grande, Nintendo nos invita a degustar otra ración del fontanero bigotudo. Pero esta vez nos proponen una aventura con combates por turnos, donde el paso del tiempo nunca ha pasado en “Super Mario RPG Remake”, para Nintendo Switch. Con una versión cargada de mejoras en lo visual, las nuevas escenas de vídeo y, por primera vez, con textos en español.
Es la combinación perfecta para quienes no pudieron jugarlo en su momento y todo aquel que quiera vivir aventuras en el reino champiñón.
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