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Sociedad Judiciales. Coacción y Lesiones Leves Calificadas

Pioli quedará bajo prisión domiciliaria durante el juicio

Ayer comenzó el debate contra el sujeto que viralizó imágenes de la intimidad de su expareja y que marcará jurisprudencia.

Escribe: María Victoria Yampa

Fotografías: Carlos Herrera

Redacción Nueva Rioja

Tal como estaba previsto, en la jornada de ayer por la tarde comenzó uno de los juicios que marcarán la historia de la punibilidad argentina, teniendo en cuenta que la causa dio inicio al delito de la Pornovenganza, que si bien, no es el motivo del proceso penal contra el sujeto, la misma será incorporada como tal el año entrante, cuando se ponga en circulación la reforma del Código Penal Argentino. Patricio Amalio Pioli, de 37 años, con claros gestos provocadores se sentó en el banquillo de los acusados para escuchar el debate oral y público que se llevará a cabo en su contra durante alrededor de cuatro audiencias, por los delitos de Coacción y Lesiones Leves Calificadas en perjuicio de su expareja, una joven con quien mantuvo una relación de ocho meses aproximadamente. El debate unipersonal estuvo presidido por el juez Jorge Abdel Gamal Chamía, y el Ministerio Público Fiscal, representado en las figuras de los doctores Cecilia Moreno y Luis González Aguirre, ambos fiscales de Cámara. El sujeto está representado por sus abogados defensores, Juan Carlos Pagotto y Matías Cucco Santander. En tanto que la parte querellante, en representación de la víctima del proceso, se encuentra a cargo de los doctores Sebastián Andrada y Talia Gorosito. La primera audiencia de debate se desarrolló en la sala 2 de la Cámara Tercera, en lo Criminal y Correccional de La Rioja que se encuentra sobre calle Pelagio B. Luna de la Capital provincial. El primer debate de varios que vendrán, comenzó luego de las 17.30, horario preestablecido por la justicia para tal fin. Allí, el juez Chamía informó a las partes que, debido a la presentación de la Querella de una causa por Desobediencia por parte del imputado, Patricio Pioli fue revocado del beneficio de la excarcelación, y  deberá permanecer en Prisión Domiciliaria durante todo el transcurso del proceso penal al que está siendo sometido.Es que, el hombre debía permanecer en La Rioja durante los días anteriores al inicio del juicio, pero viajó una convención de tatuadores en la provincia de San Juan. Las audiencias continuarán el martes 26 de noviembre, a las 17 horas. 

La víctima: "Me ahorcó, me tiró agua helada (...) ya lo que me quedaba era que esta persona me mate" Luego de los pasos procesales donde el juez Chamía invitó a Patricio Pioli a hacer uso de su defensa natural, y que el hombre se abstuviera por consejo de sus abogados defensores, el magistrado citó al estrado a la víctima y principal testigo de los hechos cometidos por el imputado. La mujer se hizo presente una vez que su expareja fue sacado del recinto por pedido de los querellantes, para evitar que se encuentren cara a cara. El sujeto fue llevado a un cuarto contiguo donde podía escuchar las declaraciones de su expareja. Anterior a ello, a Pioli se le leyó las declaraciones que realizó al principio de la causa durante la instrucción de la misma. Comenzado su relato, la mujer contó cómo conoció al sujeto, que es de oficio tatuador y que los unía un contacto en común. "Me hizo un tatuaje en la muñeca, me invitó bebidas, estaba inconsciente y al otro día me comunico con él, me preguntó si yo me acordaba y le dije que no, me dijo que consumí pastillas, pero yo me levanté sin ropa, y con la cama manchada". Consultada por el doctor Sebastián Andrada sobre cómo era la relación de pareja que mantenía con el acusado, la víctima sostuvo: "fue una relación enfermiza". Comentó que luego de tres meses de salir, él fue a vivir en su departamento pero que sus animales, dos perros y un gato le molestaban. "Mis animales le molestaban, en especial mi gato", sostuvo. Continuó el relato indicando que el sujeto le tiraba agua helada en la cara y le lastimó las muñecas. Sobre cuándo comenzaron los episodios de violencia física, la mujer comentó que fue a partir de los cuatro meses de relación. "Yo confiaba en él", dijo y mantuvo una pausa al final de esa reflexión. Respecto de las fotografías y filmaciones que la pareja realizaba de su intimidad, con pleno consentimiento de ambos pero sin éste para la viralización de ese material, la mujer dijo que, "la primera vez quien decidió grabar fue él, pero no tenía consentimiento de divulgar". Las imágenes se grababan con el teléfono celular del imputado, y el contenido se encontraba solamente en ese dispositivo, según lo que contó la víctima. "Yo nunca dejé de temer que él hiciera esto", expresó y acentuó: "fueron muchas veces en las que me lo dijo, por escrito, por llamadas, mientras me golpeaba, por mensajes de texto. Con todas las amenazas, si lo creía capaz de esto. Sentía miedo". En ese sentido hizo la salvedad que el material que se divulgó no fue todo, fue parte y que el resto quedó bajo la propiedad del sujeto. Sobre el día que conoció la difusión de las imágenes que se viralizaron rápidamente mediante redes sociales y de mensajería instantánea, la mujer dijo que, "le hice repetidas llamadas" y que, casualmente ese día es cuando él cortó toda comunicación para con ella. "Le pedí que borre las fotos y me dijo que jamás iba a borrar nada". Además, sostuvo que nunca tuvo acceso a ese contenido durante la relación ni posterior a ella. Luego de la divulgación masiva del contenido de índole sexual que tenían las imágenes, la mujer comentó que "estuve mucho tiempo encerrada, pensando por qué me había hecho esto. Tengo muchos problemas psiquiátricos y estrés postraumático". "Contó que fui víctima de abuso y eso terminó de deteriorarme", graficó y dijo que el mismo día en que se viralizaron las fotos, el 26 de mayo de 2017, coincidía con el día en que su abusador se quitó la vida. Sobre la seguridad que tenía el teléfono del acusado dijo que tenía tanto huella digital como patrones numéricos para proteger el contenido del mismo. Consultada por la fiscal de Cámara, Cecilia Moreno, la mujer se refirió al final de la relación. "Delante de mi mamá me pedía perdón pero después me insultaba". "Yo quería que se vaya de mi casa. El estaba haciendo un seminario y a los cinco minutos que le dije que quería que se vaya, vino y me comenzó a insultar", dijo. "Me ahorcó, me tiró agua y me encerró en la pieza. Se fue recién después de cuatro horas. Ya lo que me quedaba era que esta persona me mate", advirtió la mujer. Sobre las fotos y videos contó que durante la discusión, el sujeto la amenazó diciendo: "Dejame, pero ya vas a ver lo que voy a hacer con las fotos y le dije que haga lo que quiera", agregó. 

"Pasaba del amor al insulto"Esas fueron las palabras con las que la mujer se refirió a la relación que mantenía con Patricio Pioli, que la llevó a radicar las denuncias y  que hoy tengan que enfrentarse en un juicio oral y  público. "Me mandaba 100 mensajes de texto por día", confesó y sobre cómo se sentía ella a raíz de los distintos episodios dijo: "estando acá sentada me doy cuenta que él es peor de lo que me imaginaba". "Ya no aguantaba más que me golpee", aseguró y continuó diciendo que durante lo que duró la relación ella se manejaba con el entorno de él. El fiscal González Aguirre le preguntó sobre cuándo fue el quiebre en la relación. Si ella podía advertir cuándo comenzaron los hechos de violencia psicológica y física contra su persona, y la mujer dijo que "a él le gustaba darme celos, encontraba cualquier forma. Me faltaba el respeto de todas las maneras habidas y por haber". La víctima comentó que está diagnosticada con Trastorno Generalizado de la Ansiedad, Estrés Postraumático, Ataques de Pánico e Insomnio desde hace dos años, desde que comenzaron los hechos. "Estaba con mejorías hasta que él contó públicamente de mi abuso", lamentó. La Defensa no hizo más que tres preguntas basadas en anteriores relaciones de pareja que la mujer mantuvo con otros hombres. Al finalizar y desde la sala contigua se escucharon los aplausos de Patricio Pioli, en un claro gesto provocador hacia la víctima y que fue advertido por la parte acusadora, y los presentes en el debate. 

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