Este miércoles, el INDEC publica la inflación de julio de 2025, que los analistas privados situaron en niveles por debajo del 2%, tras haber tocado el piso del 1,6% en junio pasado. Pero la gran incógnita es si el aumento del dólar de la última semana de julio tras el desarme de las LEFI’´s tendrá impacto en el dato que dará a conocer el Instituto.
Desde la consultora LCG, hicieron foco en cuándo ocurrió el salto del tipo de cambio y cuándo esa suba se trasladaría a precios. Tal vez la correlación a precios se de más en el mes ocho. “Aunque entendemos que la suba del dólar no parece haber tenido un correlato inmediato sobre precios, hay que tener en cuenta que prácticamente la mitad de esa corrección se dio en los últimos días del mes por lo que el impacto debería sentirse de lleno en agosto”, afirmaron.
No obstante, en LCG señalaron que. “de confirmarse la estabilidad cambiaria de los últimos días, sumado a una actividad que sigue moviéndose muy tímidamente y a importaciones que disciplinan los ajustes de márgenes, es de esperar que el usual passthrough sea menor que en otras depreciaciones pronunciadas”, señalaron.
Ni bien comenzó a registrarse un aumento del tipo de cambio, los supermercados primero y luego varios sectores entre ellos el automotriz, modificaron las listas de precios. Que incluso en varios casos no fueron consolidados por los empresarios. Hasta el ministro Luis Caputo se refirió al tema en un streaming por Carajo, y le pidió a los empresarios que “cambien el chip”.
Entre otras cosas, el ministro sostuvo que “va a ser importante el acostumbramiento a nivel empresario, para que no crean que cada vez que haya esta volatilidad se va a precios”. De esta manera, el titular del Palacio de Hacienda buscó desalentar remarcaciones automáticas ante movimientos cambiarios.
El ministro pidió “cambiar el chip” a los formadores de precios y recordó que “venimos de muchísimos años de una situación en donde no hubo competencia y la macroeconomía argentina estuvo desordenada. Había déficit financiado con emisión. Eso generaba una depreciación de la moneda y eso es, en definitiva, la contracara de la inflación”.
En tanto, el BCRA publicó recientemente las proyecciones de las principales consultoras económicas en su tradicional Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM). Allí estimaron que el dato de julio evidentemente se aceleró al cerrar en 1,8% , sin embargo sería un aumento muy leve frente al 1.6% de junio.
En efecto, los analistas prevén que entre agosto y octubre, la suba del costo de vida será de 1,7% mensual. En noviembre experimentaría una disminución a 1,5% para luego rebotar a 1,7% en diciembre. Durante el primer mes de 2026, retrocedería a 1,6%.
Respecto de la inflación núcleo, que excluye precios regulados y estacionales, el promedio de las estimaciones también se ubicó en 1,8% para julio y el mismo porcentaje para agosto. En septiembre, octubre y diciembre, marcaría 1,7% y en noviembre 1,5%. Para enero del año que viene, anticipan un 1,5%.
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