Hace solo unas semanas, la inteligencia artificial (IA) estuvo en primera plana de los diarios argentinos debido al lanzamiento del Programa Nacional de Inteligencia Artificial en la Justicia, una iniciativa gubernamental diseñada para implementar esta tecnologías con el fin de agilizar procesos administrativos y judiciales.
Lo que muchos no saben es que esta no solo puede implementarse en el sistema judicial para mejorar los tiempos de respuesta, sino también para una amplia gama de labores que pueden ayudar a las autoridades a prevenir crímenes, creando un país más seguro para la población.
¿Qué es la inteligencia artificial?
Antes de entrar de lleno en cómo puede implementarse esta tecnología en nuestro país para brindar mayor seguridad a las personas, es necesario entender realmente qué es y cómo funciona.
En pocas palabras, hablamos de sistemas informáticos que funcionan mediante algoritmos capaces de recopilar datos para "evolucionar" con el paso del tiempo. El objetivo de este proceso es emular el creciente intelecto de la mente humana a través de la información recabada con el tiempo, algo que le permite adaptarse para llevar a cabo distintas tareas.
En la actualidad, esta tecnología se puede implementar en prácticamente todos los sistemas informáticos que nos rodean, permitiendo que las máquinas "aprendan" y se desenvuelvan mejor en las tareas que les asignamos. En el contexto de la prevención del crimen, la inteligencia artificial puede utilizarse de las siguientes maneras:
Control de acceso y análisis de video
El uso de inteligencia artificial en los sistemas de control de acceso y videovigilancia se ha vuelto un estándar en la videovigilancia de las grandes ciudades. Esta no solo permite un monitoreo inteligente de las calles, sino también la creación de notificaciones inmediatas para mantener actualizado al personal policial en todo momento.
Este tipo de sistema de seguridad tiene la capacidad de combinar cámaras y lectores con analíticas de IA que permiten detectar riesgos de seguridad en tiempo real. Incluye videovigilancia con reconocimiento facial y predicción de movimiento, detección de ruidos, e incluso detección de intrusos (tanto a pie como en vehículos) en áreas restringidas.
Detección de anomalías
Debido a que la IA trabaja 24/7, tiene la capacidad de detectar el "promedio" que existe en el día a día de las ciudades. ¿A qué nos referimos? La afluencia de personas en un determinado horario, el tráfico, la temperatura, las precipitaciones, entre otros datos.
Esta información es esencial para la detección de anomalías, con los sistemas de seguridad siendo capaces de generar notificaciones para que las autoridades se mantengan alertas en caso de que se presente un posible riesgo a la seguridad pública.
Análisis predictivo
Al estudiar las incidencias que se viven en las calles argentinas cada día, la inteligencia artificial es capaz de crear una base de datos que le permita predecir de forma precisa dónde se va a cometer un crimen, así como qué tipo de crimen se cometerá, el modus operandi, la hora de mayor riesgo e incluso qué grupo criminal que podría ser responsable.
Esto lo haría a través de los datos recopilados en reportes policiales, denuncias de víctimas, e incluso reportajes de prensa.
Respuestas automatizada
Desde que se detecta una amenaza, hasta que se realiza el análisis pertinente y se lleva a cabo la toma de decisiones, responder de forma adecuada puede tomar mucho tiempo. Aunque a simple vista puede parecer que esto no es tan importante, puede hacer la diferencia entre la impunidad y el castigo.
Al implementar la IA en los sistemas de seguridad automatizados, esta se encarga de mantener una vigilancia constante, así como de analizar toda su base de datos en cuestión de segundos, para tomar decisiones de forma casi inmediata.
Digital Forensics
La IA también se está utilizando para lo que se conoce internacionalmente como Digital Forensics, o ciencia forense digital.
Esto quiere decir que se implementa para estudiar “escenas del crimen” digitales (cibercrimen), recopilando y analizando datos para no solo encontrar a los responsables, sino también para expandir la base de datos de los sistemas de seguridad con el objetivo de disminuir las probabilidades de incidencias futuras, así como para optimizar la respuesta en casos similares.
Debido a que esta tecnología no es perfecta, y puede ser utilizada de forma inadecuada, la Subsecretaría de Tecnologías de la Información también desarrolló una serie de recomendaciones para asegurar que la implementación de la misma en nuestro país esté guiada por un enfoque ético y social.
Aunque es complejo determinar si esta terminará calando en el sistema de seguridad como lo plantea el gobierno, no hay duda de que probar esta tecnología a nivel nacional puede poner a la Argentina a la vanguardia en temas de protección al ciudadano.
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