Mientras la guerra entre Rusia y Ucrania sigue avanzando sin que nadie ponga freno al infierno y las soluciones pacíficas y diplomáticas brillen por su ausencia, la situación de la población civil también empeora a cada instante.
A nivel internacional es preocupante lo que sucede con la gente de las zonas más afectadas por el conflicto bélico que estalló en Europa del Este en febrero de 2022, y este escenario amerita acciones rápidas y concretas.
En este contexto, es que este domingo Rusia anunció que evacuó hasta el momento a más de 1.500 ciudadanos de localidades cercanas a la primera línea del frente en la región de Zaporiyia, en el sureste de Ucrania, informó hoy el gobernador interino impuesto por el Kremlin en esta provincia anexionada, Yevgueni Balitski.
"1.552 personas, incluidos 632 menores de edad, 145 pacientes del centro psiconeurológico y 10 personas con movilidad reducida, ya han sido desplazadas de manera organizada del territorio de cinco distritos y dos ciudades de primera línea", escribió en su canal de Telegram.
Balitski anunció la evacuación de la población más vulnerable de 18 localidades próximas a la primera línea del frente debido a la intensificación de los bombardeos de las tropas ucranianas.
Según precisó entonces el viceprimer ministro de Economía de la región anexionada, Andréi Kozenko, unos 70.000 ciudadanos serán reubicados, en una operación que Kiev ha calificado de traslado "forzoso".
También Tokmak, importante nudo de comunicaciones en el centro de Zaporiyia y donde Rusia teme un ataque en el marco de la contraofensiva que prepara.
Las fuerzas rusas controlan en torno al 70 % del territorio de Zaporiyia, vecina de la provincia de Jersón, en cuya capital regional, controlada por las fuerzas ucranianas, está en vigor un toque de queda hasta las 03.00 GMT del lunes.
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