El Ejército israelí comunicó que mató a tres altos cargos de Hamás en el Hospital Al Shifa, que es asediado por las tropas hace días, provocando una gran cantidad de víctimas civiles por los crudos ataques. Al mismo tiempo, la agencia de noticias palestina Wafa denunció "ejecuciones, detenciones, torturas y desplazamientos forzados" en el centro de la Franja de Gaza tras reportar la muerte de trece niños de entre 4 y 16 años por el fuego israelí abierto contra el complejo médico.
Una operación coordinada por la flota Shayetet 13, la unidad Duvdevan y la brigada Nahal "llevaron a cabo una redada selectiva en un edificio del hospital (Al Shifa) donde se encontraron con los terroristas", indicó un comunicado militar israelí.
Según la nota, los soldados redujeron en la sala de emergencias a Mahmoud Halil Zakzouk, subcomandante de las operaciones con cohetes de Hamás, y en la sala de maternidad a Fadi Duyk, quien fue una pieza clave del ataque en Cisjordania en 2002. Allí también encontraron a Zakaria Najib, quien fue condenado por participar en el secuestro y asesinato del soldado israelí Najshon Wajsman en 1994.
Estos nombres se suman a los de otros como el de Raed Thabet, jefe de personal y de suministros de Hamás, que también estuvo recientemente en el Hospital al Shifa. En total, según las cifras castrenses israelíes, más de 200 presuntos miembros de Hamás cayeron ante esta operación militar, que empezó el 18 de marzo de 2024.
Además, cerca de mil personas fueron detenidas. Entre ellas, unas 500 eran parte de "Hamás o la Yihad Islámica Palestina", según Israel, que asedia este centro médico por cuarta vez.
Desde el comienzo de la masacre en Gaza, más de 32.700 gazatíes murieron y cerca de 75.200 resultaron heridos, más del 72 % mujeres y niños, según números del Ministerio de Sanidad del Gobierno de Hamás. Otros 8.000 cuerpos se estima que continúan bajo toneladas de escombros en las destrucciones urbanas.
Israel viola el pedido de un alto al fuego de la ONU
A pesar, de la destrucción, Estados Unidos autorizó en los últimos días la transferencia de miles de millones de dólares en bombas y aviones de combate a Israel, según fuentes del Pentágono. Un movimiento criticado por el Ministerio de Exteriores palestino, que pone en cuestión la supuesta preocupación estadounidense por el alto número de fallecidos civiles en el enclave palestino.
"Exigir al (primer ministro Benjamín) Netanyahu que deje de matar civiles y suministrarle (al mismo tiempo) armas es una contradicción moral y de principios que no tiene precedentes", declararon en X.
El ministerio lamentó, por otra parte, el “fracaso continuo” del Consejo de Seguridad de la ONU y de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para obligar a Israel a respetar sus decisiones, entre ellas, el establecimiento de un alto al fuego en Gaza y el desbloqueo de ayuda en el enclave.
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