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Opinión

Lo bueno versus lo malo

Mirarnos en el interior, con el dolor que muchas veces eso implica, se elige por el NO, y quizás en el “SI” radica la mayor de las comprensiones, el temor de vernos en una aparente derrota parece cegarnos e impedir ver aquellos aprendizajes de estrategias que en momentos duros sirvieron para resolver y luego consolidar.
Lic. Amanda Carrara*

Por Lic. Amanda Carrara*

Vivimos en un mundo dual, y así también la vida se nos manifiesta, con presencias y ausencias, con errores y aciertos, felicidad y dolor, porque estamos inmersos en una realidad dual, día-noche, nacer-morir, lo esencial es lo que hacemos entre el inicio y el final, el recorrido y la calidad con el que lo transitamos, la oportunidad se presenta ¿Qué hacemos con ella? En este punto me remonto a la biblia y la parábola de los talentos, la oportunidad se nos da, se nos presenta e irrumpe en nuestra vida, en un momento determinado y ¿qué hacemos? A veces es más fácil quejarse por lo que no fue, que en lo que en realidad hicimos, personas que en negocios han fracasado y quebrado tres y cuatro veces hasta lograr que el aprendizaje que hicieron lo llevaran a ser millonarios y exitosos, y aún sabiendo el camino recorrido, en nuestra fantasía abrazamos la creencia que, aun así, les fue fácil y tuvieron “suerte”, asumir el riesgo a veces paraliza. ¿Y quieren que les cuente un secreto?, Don Seguro, no vivió para siempre…

Mirarnos en el interior, con el dolor que muchas veces eso implica, se elige por el NO, y quizás en el “SI” radica la mayor de las comprensiones, el temor de vernos en una aparente derrota parece cegarnos e impedir ver aquellos aprendizajes de estrategias que en momentos duros sirvieron para resolver y luego consolidar.

Desde las Constelaciones Familiares nada es bueno, como tampoco nada es malo, es lo que es, y es tal cual es, y así está bien. Quizás como lector estará pensando que es una mirada conformista, sin embargo es todo lo contrario, es una mirada de aceptación de la realidad imperfecta en la que radica el verdadero aprendizaje esencial para la vida, para una vida mejor, ahora si nos negamos seguramente cometeremos una y otra vez el mismo error y ahí entrará a jugar otro factor, al que muchas veces se recurre y que es “la suerte”, y ésta es nada más ni nada menos que una de las tantas utopías del ser humano, porque la vida no es un juego de azar, es en todo caso son opciones ante las oportunidades que se nos presentan y la responsabilidad que se asumen al optar y desde que posición se lo hace, si es desde el lugar correcto o no. Muchas veces optamos desde el lugar incorrecto y si es así, ¿cómo puedo pretender éxito?

La utopía de la suerte al igual que otras como la libertad, que es otro tema interesante a tratar y que no es el momento de hacerlo, me traen el recuerdo de la famosa frase “cómo no tener un tío multimillonario que me herede su fortuna” y no es por pesimismo, sino por una mirada intensamente sistémica, lo que llega sin un valor, sin una construcción se irá muy rápida y desordenadamente, y aquí tenemos muchísimos ejemplos, que seguramente varios de ustedes ya los tienen en su mente y recuerdos.

En nuestras vidas tenemos guiones inconscientes que vienen de nuestros clanes, de nuestros ancestros, que les funcionaron a ellos exitosamente, pero en otros tiempos, en aquellos que no había máquinas de arado y siembra dirigidas satelitalmente, por ejemplo, personalmente conozco pocas áreas resistentes a la tecnología puesta al servicio de la humanidad, una es la educación y las religiones, entre otras, pero me centro en éstas dos porque quizás son las que más familiarizados estamos. En las escuelas aún hay docentes que exigen a sus alumnos que se sienten en fila, uno detrás del otro, el pizarrón quizás ha cambiado la estructura, pero no su función, la tiza se ha transformado en un crayón o fibra, y todos deben mirar hacia ahí, copiando en silencio.

Las evaluaciones también es otro tema, no permiten que el alumno desarrolle un concepto propio, sino que tiene que devolver en palabra, punto y coma lo que el docente ha impartido y de eso se trata el aprobar o no el examen. Se que estoy como siempre en un punto crítico, entre los que acuerdan o no con esta mirada, sin embargo, me he de basar en lo que nos muestra la propia naturaleza.

Tenemos en nuestra casa un lapacho en la vereda, cuando todos los lapachos están en flor, regalando al transeúnte sus mejores colores, el nuestro está en ramas peladas, como si el invierno no hubiera terminado para él, sin embargo, cuando todos lo lapachos han dejado de florecer, el nuestro es el único en plena floración, y ahora viene la pregunta ¿a alguien de ustedes se les ha ocurrido por un momento pensar que tenemos un lapacho con TDA, discapacitado intelectual, inadaptado, o retardado? Sus risas llegan hasta aquí, las percibo, y ahora la otra pregunta ¿las naranjas, duraznos, ciruelos, todos maduran a la vez y al mismo tiempo? Tampoco pensamos en una incapacidad o discapacidad de aquellas que maduran más tarde, tampoco pensamos que los lapachos que florecieron antes eran superdotados o adelantados, si miramos la naturaleza un poco más de cerca y aprendemos de ella, nos daremos cuenta que cada uno de los seres vivos tienen su tiempo.

Es así que en la pedagogía sistémica se ve un poco más allá de lo que Vygotski llamó en su momento el conocimiento previo del alumno, se ve al alumno en el contexto en el que vive y se interrelaciona, no como un conjunto de individualidades de saberes generales. El aprendizaje claro que se debe dar, el contenido por supuesto que tiene que ser aprehendido, el tema radica en el cómo y en el modo. Y para esto la pedagogía sistémica tiene una multiplicidad de recursos para ser utilizados por el docente y tomados por el alumno.

Una abeja obrera vive un promedio de alrededor de 105 días, o sea unos tres meses y medio, sin embargo, su vida es de tal intensidad que nos deja como regalo entre 4 y 4,5 ml de miel, ¿podemos afirmar que su vida no sirvió de nada? Es pequeña, frágil, vive un corto tiempo y nos da una cucharadita de miel para nuestra tostada matutina. Si una abeja llegara a vivir más ¿la consideraríamos longeva? Si hubiera producido más miel, ¿la consideraríamos ambiciosa, codiciosa o multimillonaria? Muchas veces nos olvidamos que los seres humanos somos parte de la naturaleza y que la naturaleza va a seguir su curso, continuará reproduciéndose, mutando y adaptándose donde le toque desarrollarse. Recuerdo en este punto una higuera con su tronco torcido, grotesco, nudoso, emergiendo desde las rocas, de una inmensa en especial, que se iba incrustando cada vez más en el tronco a medida que éste iba creciendo y ensanchando, ¿Quién era prisionera de quién? La roca incrustada o la higuera, sin embargo, ambas cumplían su función, si una de ellas fuera apartada de la otra, seguramente se provocaría un serio daño. Algo similar sucede también con las personas y sus relaciones con los objetos, sobre todo con aquellos que enquistan historias, recuerdos y valores sentimentales, donde la persona tiene una capacidad que la higuera no posee, la de poder resolver aquello emocional que lo ancla y continuar creciendo, dando la oportunidad a que algo nuevo suceda, a que nuevos caminos y oportunidades puedan ser tomadas o transformadas.

La higuera independientemente de la roca fructifica, continúa con su ciclo año tras año, se abrió camino entre las rocas y tomó una para apoyarse quizás en ella y poderse erguir con firmeza, la roca cumple su función, está en el lugar correcto brindando un soporte para que algo continúe sucediendo en ciclos de tiempos.

Así pasa con las personas que conforman comunidades, sociedades, pueblos, naciones, que tienen historias, costumbres, ritos, religiones, que los pueden anclar o hacer crecer, lo importante radica en lo que cada persona necesite para alcanzar una vida plena, reconociendo su origen, incluyendo con amor a los olvidados y excluidos, respetando la historia difícil de los antepasados que permiten estar en el presente haciendo lo que en el momento toca y asumiendo la responsabilidad del hacer o el no hacer. Porque ahí radica la felicidad.

*Mtra en Psicología Sistémica

REFLEXION

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