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Opinión

Un camino hacia la verdadera Soberanía Espacial Argentina

Ningún país del mundo hoy se desarrolla  disociado o aislado tecnológicamente de otros países, más allá de su ideología o pertenencia política. Esta particularidad hace que Argentina deba mantener una permanente y dinámica vinculación con los países desarrollados.
Miguel Angel Pesado

Por Miguel Angel Pesado

Argentina es uno de los siete u ocho países que se encuentra en el liderazgo de la industria espacial internacional. Por otra parte ocupa el décimo primer lugar en la cantidad de satélites en órbita, ubicación no menos importante.

Esta interesante particularidad se encuentra sustentada en una multiplicidad de motivaciones internas y enormes esfuerzos realizados por distintas áreas del Estado que en su conjunto no permiten vislumbrar en su verdadera magnitud la capacidad tecnológica y de servicios que tiene el país para sus propias necesidades y posiblemente para la demanda externa en materia aeroespacial.

De igual manera existe una potencialidad latente en el sector privado.

Sin embargo hoy no existe en el país un único organismo del Estado que centralice toda la política satelital argentina y que fije estratégicamente la importancia y prioridad de los proyectos satelitales

Desde lo industrial puede decirse que las tecnologías que un país necesita para el desarrollo y fabricación de satélites y lanzadores, requiere de la participación de diversas industrias y servicios secundarios contributivos que en su conjunto posibilitan el despliegue del sector aeroespacial.

Dada la especial característica de esta industria, que por su naturaleza necesita nutrirse de los más notables avances tecnológicos provenientes de distintos orígenes, hace que todos aquellos países que se interesen por mantener un liderazgo deban tener una fuerte vinculación con otros cuyos avances se destaquen en el mundo.

Ningún país del mundo hoy se desarrolla disociado o aislado tecnológicamente de otros países, más allá de su ideología o pertenencia política. Esta particularidad hace que Argentina deba mantener una permanente y dinámica vinculación con los países desarrollados.

De hecho los emprendimientos denominados nacionales han contribuido con tecnología nativa en un porcentaje, que en el mejor de los casos, llega solo al 20 % mientras que el 80% restante se corresponde con insumos, componentes y/o sistemas provenientes de Europa, USA y Asia.

Por otra parte los objetivos, costos, capacidad de producción y todo beneficio esperado, deberían estar definido de manera precisa y de antemano a cualquier proyecto que se pretenda implementar. La MISIÓN de los satélites y/o lanzadores deben anteponerse a cualquier otra realización posterior. Integrar un satélite, debe tener un sentido, ya sea proveer un servicio, realizar una investigación, un ensayo para fines determinados, o para cualquier otra cuestión concreta y necesaria para el país o de interés comercial.

Desde luego en los proyectos comerciales el proyecto debe estar atado a un Plan de negocios determinado, tener un costo de producción competitivo respecto a similares producidos en el mundo, estar respaldado por un fuerte estudio de demanda de los servicios a prestar y estar disponible en el momento oportuno para cuando las necesidades o los servicios proyectados así lo determinen.

Cuando los proyectos involucren además participaciones estatales deben incorporar otros análisis que justifiquen su realización tales como todas estas cuestiones geopolíticas y estratégicas de interés nacional.

El caso de las extraordinarias creaciones tecnológicas resultantes del ingenio argentino, los Saocom 1A y 1B, han nacido como resultado de aquellos sectores que detectaron la necesidad de una flota de satélites para exploración de la tierra, bien inspirados y no como producto de un Plan Satelital Nacional.

En el proceso de fabricación de estas joyas de la tecnología argentina que son los SAOCOM, la falta de un organismo que se ocupara específicamente del proceso y tiempos de fabricación, genero una desviación que desde que se inició la construcción del satélite y hasta que se puso en órbita el Saocom 1A pasaron más de 15 años.

En una industria tan dinámica como la satelital el impacto de los 15 años hace suponer que alguna perentoriedad tecnológica y una desactualización en los servicios que provee, pudiera haber ocurrido.

Se hace necesario un órgano del Estado que se ocupe de los Planes y proyectos satelitales y su consecuente seguimiento y evalúe la relación costo/beneficio que se va produciendo en el camino de la concreción.

En el caso del otra joya tecnológica como el Arsat 2, la disociación entre la fabricación de los artefactos y la puesta en órbita del mismo, ocasiono en su momento un grave riesgo sobre la pertenencia y uso de la posición orbital de 81°W, reservada en la UIT para Argentina. Este riesgo de pérdida fue mitigado oportunamente, posicionando en 81°W un satélite en desuso que solo sirvió para marcar la posición orbital como Argentina y no perder la reserva ante la UIT.

Este recurso de emergencia costó millones de dólares al país, que de haber existido una entidad de monitoreo y control de seguimiento de los Proyectos, ajena a quienes lo implementaban, hubiera permitido tomar los recaudos del caso para que esto no ocurriera. Esta práctica se replicó en diversas oportunidades, como producto en las demoras en la fabricación, las que lamentablemente ocasionaron erogaciones no previstas millonarias en dólares.

De las entidades, de la industria y de los organismos

La necesidad de una Administración adecuada de los recursos tanto humanos como materiales del país debe ser una prioridad absoluta en la política aeroespacial. Por ejemplo la dispersión de esfuerzos en la industria satelital de los satélites de telecomunicaciones y los destinados a otros servicios (exploración de la tierra, trazabilidad, etc.), transitan por caminos disjuntos, desvinculados de una gestión centralizada y fuera de contexto en una política satelital nacional de la que carece Argentina.

La dispersión de recursos dentro de una misma industria (duplicación de recursos materiales y tecnología de apoyo, y de recursos humanos capacitados para un mismo fin industrial), no contribuyen al adecuado funcionamiento del sistema tecnológico público y privado del país.

Esta cuestión se ve claramente reflejada en la relación funcional y de recursos entre INVAP y CONAE, a las que podemos sumar VENG y CEATSA, la que sin lugar a duda puede ser fuertemente mejorada en una relación más dinámica y efectiva entre estas entidades industriales. El mejoramiento de esta relación seguramente aportaría enormes beneficios habida cuenta que todas se encuentran en la misma industria satelital. Esta mejoría resultaría más efectiva aún si a eso le sumamos los centros tecnológicos y científicos de Universidades y Empresas específicas existentes.

Desde el punto de vista de los servicios y prestaciones todas estas empresas y entidades, bajo una gestión coordinada e integral con una visión más abarcativa puede también proyectarse a satisfacer demandas de países y empresas de otros países.

Observemos este detalle que da una idea parcial de las empresas y entidades que actúan en el sector espacial nacional

Industria estatal y paraestatal:

- INVAP: Empresa tecnológica (Rio Negro/CNEA)

- CONAE: ente industrial y de servicios estatales bajo la órbita del MinCYT

- VENG: empresa accesoria y dependiente de CONAE

- CEATSA – Anexa a INVAP, pertenece a ARSAT/INVAP

- Otros centros tecnológicos Universitarios ( Varios GEMA , UNSAM, etc. )

- Otras entidades (CITEDEF) - Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa – Ministerio de Defensa

Servicios

- ARSAT (Servicios de telecomunicaciones y anexos, Telepuerto GEO)

- CONAE (Servicios de exploración de la tierra y el mar y otros, NO Telecomunicaciones)

Organismos del Estado

-MINCYT -

-SECRETARIA DE INNOVACIÓN – Jefatura de Gabinete de Ministros - PEN

-ENACOM – Ente Nacional de Comunicaciones – Gestión del Espectro satelital

-Sub TyC – Secretaria de Innovación (Política satelital Nacional)

Seguramente la nómina de entidades se puede enriquecer muy ampliamente si incorporamos el sector privado.

La importante capacidad científica y tecnológica con que cuenta el país, mal organizada y redundante, genera una necesidad de crear proyectos para mantener viva esa industria. Esta falencia bien podría resolverse mediante un organismo que gestione la realización de una actividad productiva rentable ya sea dentro del país como para consumo propio o productos de exportación, no necesariamente satélites terminados sino en la producción de sistemas, subsistemas y componentes de satélites y lanzadores.

Comentario:

Todo este conjunto de entidades industriales y de servicio sin una cabeza común y sin una política estratégica nacional sin proyectos justificables y concretos , implica el mantenimiento de organizaciones, recursos y estructuras ociosas sin beneficios para el país.

La necesidad de racionalizar y agrupar esfuerzos en aras de una política nacional coherente y centralizada es necesaria.

Al no haber seguimiento de los proyectos, no es posible tener una evaluación actualizada de las inversiones y seguimiento de los planes de negocios, resultados económicos o de otra índole.

Un asunto de gran importancia, está relacionado con el proyecto de los lanzadores, toda una temática aparte que ha tenido avances importantes fuera de un contexto realista. Hoy resulta necesario realizar una evaluación racional por parte del estado del proyecto Tronador, situación actual y resultados que se esperan. Esto es posible si un Organismo nacional responsable asume la responsabilidad de esta tarea y toma las decisiones en consecuencia.

Alguna consideración final - Antecedentes

En el orden mundial tanto los países desarrollados como aquellos que aspiran a involucrarse en el asunto aeroespacial, tienen mecanismo de planificación articulados entre si y de forma transversal, dentro de sus distintos estamentos orientados hacia una política específica cuando se trata de completar o desarrollar capacidades estratégicas que incluso involucran a sectores del ámbito privado.

En su mayoría tienen o han creado una agencia espacial o están en vías de crearla, la que depende del máximo nivel de los respectivos Gobiernos, que fija la política aeroespacial a seguir de manera integral, en materia satelital y de lanzadores, define los proyectos y se vincula con otras administraciones extranjeras para una mejor articulación de los proyectos y servicios industriales a nivel mundial y regional y realiza las gestiones del recurso de orbita/ espectro por intermedio de las entidades competentes, pero también asesoran en cuestiones tácticas y estratégicas para que el estado se exprese en diferentes foros políticos y culturales con el fin de garantizar los intereses de la nación, colaborando en la creación de ecosistemas educativos académicos, empresariales, económicos y financieros que fomentan el desarrollo de un sector privado útil para la sociedad en su conjunto

A continuación se identifica a algunos países que han creado su Agencia Espacial Nacional y que evidentemente se destacan en el mundo:

Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de USA (NASA) ...

Agencia Espacial Europea (ESA) ...

Administración Nacional del Espacio de China (CNSA) ...

Agencia India de Investigación Espacial (ISRO) India

Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA)

Agencia Espacial del Reino Unido (UKSA)

Agencia Boliviana Espacial (ABE) fue creada en 2010 - www.abe.bo

Agencia Chilena del Espacio (ACE)

Agencia Espacial de Colombia (AEC)

Ref.2 **

PROPUESTA

CREACION DE LA AGENCIA ESPACIAL ARGENTINA

Argentina necesita de una Agencia Espacial Nacional que defina un Plan Satelital Nacional y de acceso al Espacio. Una entidad que centralice recursos y esfuerzos, que marque el destino virtuoso del país en esta temática. Lo conseguido por técnicos, ingenieros y especialistas hoy no tiene una resolución virtuosa y demostrable de un gran país, aunque sus logros individuales lo sean.

Un gran país se hace con la integración de tecnologías y servicios, con capacidad humana y con administración racional de sus recursos. Esto, en síntesis debería reflejar la Agencia Espacial Argentina como eje de una política de Gobierno en la materia.

Como consecuencia de ello la idea de este documento es despertar la conciencia de quienes guíen los destinos de este país y puedan tomar una decisión virtuosa

La creación de la Agencia Espacial Nacional no debe significar el acrecentamiento del gasto público, sino racionalizar, fusionar todos los organismos que hay sobre este tema optimizando el gasto y aumentando la eficiencia, promoviendo una estrategia en dónde lo que es científico y tecnológico sea del Estado o con participación pública / privada y/o con cooperación de organismos internacionales.

Resumen de consideraciones precedentes y con el fin de despertar el interés de los argentinos en un asunto medular para el país se destacan los siguientes fundamentos destinados a crear La AGENCIA ESPACIAL NACIONAL la que debería tener dependencia directa del PEN :

MISION

1- Gestionar toda la actividad aeroespacial del país de manera integral y con visión estratégica en lo nacional y con visión geopolítica desde Argentina hacia lo regional y mundial

2- Racionalizar la dispersión de organismos entidades y empresa estatales para eficientizar recursos y centralizar la política aeroespacial

3- Promover y desarrollar proyectos con la participación privada en el marco de una única política aeroespacial nacional, incluyendo satélites, lanzadores, cualquier otro tipo de artefacto considerado dentro de la temática aeroespacial

4- Fortalecer el rol del Estado en la política aeroespacial nacional mediante la participación privada a partir de un único organismo de gestión integral

5- Desvincular y reorientar las áreas del Estado, organismos descentralizados y empresas estatales que no tienen relación directa con la actividad aeroespacial y ubicarlas en sus ámbitos de pertenencia.

6- Mejorar la disponibilidad de los recursos económicos en proyectos tecnológicos posibles de implementar integrando a la actividad privada en su realización

La propuesta no significa propender a la desaparición organismos o empresas estatales, sino significa la reformulación de la política satelital argentina y su ejecución, la reestructuración funcional de las áreas de Estado y la racionalización de las mismas poniendo la nueva organización bajo la conducción de un Ente centralizado dependiente del PEN

He aquí la propuesta, con algunas ideas, mucho hay para agregar….ahora queda ver su lógica y aceptación o rechazo…

EN CONCRETO SU CREACION PERMITIRIA CUMPLIR ROLES ESPECIFICOS

1- Como único organismo nacional responsable de la política aeroespacial argentina

2- Como factor de racionalización y Administración de recursos destinados al sector

3- Como promotor, generador y coordinador de Proyectos nacionales y regionales

4- Como órgano de vinculación y relacionamiento con otras agencias y organismos similares en el orden mundial

5- Como promotor, generador y solicitante ante los organismos competentes de las posiciones orbitales, orbitas y bandas de frecuencias asociadas

6- Como Regulador y normalizador en materia aeroespacial

7- Como organismo de monitoreo, seguimiento y control de los proyectos aeroespaciales

8- Como orientador de la capacitación en los distintos niveles sobre las cuestiones Aeroespaciales y actividades conexas

TECNOLOGIA AVANCES ARGENTINA SOBERANIA ESPACIAL

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