Por Roberto Rojo
Este 21 de diciembre se conmemora el centenario de la muerte del Dr. Joaquín V. González y, aunque suene extraño, la personalidad del nonogasteño, su vida y su obra excelsa todavía son objetivos a descubrir. El título de esta nota alude a la vigencia vigorosa de su acción y pensamiento sobre asuntos varios que el tiempo no ha menoscabado en absoluto. Al contrario, las cuatro disciplinas en las que sobresalió de manera superlativa, política, derecho, educación y literatura, todavía reciben su influencia bienhechora, basta recordar que el Dr. González es por lejos el jurista más citado en los fallos de la Corte Suprema de Justicia.
Hace cuatro años se formó la Asociación Gonzaleana, con docentes, estudiosos y admiradores de Joaquín V. González y su objetivo primordial era recordarlo en todas sus facetas y llegar al 2023 con homenajes, un gran Congreso latinoamericano y una publicación… Los objetivos se cumplieron largamente, el Congreso se concretó en Chilecito los primeros días de septiembre con la participación inestimable de la Universidad Nacional de Chilecito, el gobierno de La Rioja a través de la jefatura de gabinete y numerosos profesionales argentinos y extranjeros. La publicación también se pudo concretar, el “Diccionario Gonzaleano. Joaquín V. González y su universo”, en la que participaron veinticinco especialistas de diversas partes del país. Es el primer diccionario referido a una personalidad política del país.
En estos años hubo muchos congresos, conversatorios, conferencias y demás y siempre se destacaba que la intención no era hacer un culto a la personalidad sino deducir qué cosas en el presente nos sigue aportando González. Desde luego todavía queda mucho por trabajar para que este riojano singular nos siga ayudando a descifrar aspectos esenciales de nuestra vida diaria con los valores insoslayables del estudio permanente, los libros y la educación.
Joaquín V. González nació el 6 de marzo de 1863, en Nonogasta, un pequeño pueblo ubicado a 200 kilómetros de La Rioja. Hizo sus estudios primarios en la ciudad de Chilecito y a los once años fue a Córdoba a estudiar en el Colegio Montserrat. Córdoba fue la ciudad clave en su vida, porque ahí se formó como estudiante, ahí transitó desde la infancia hasta la edad adulta, y se incorporó a la Masonería y a la actividad política. A sus veintitrés años de edad fue electo diputado nacional por La Rioja.
Joaquín V. González se destacó con excelencia en cuatro actividades exigentes: en política, en literatura, en pedagogía y en derecho. Sus contemporáneos decían que tenía, por lo expresado, cuatro vidas ilustres. En el aspecto político sus logros son impresionantes: gobernador de La Rioja cuando tenía apenas 26 años de edad. Tres años antes había sido electo diputado nacional. Después ocupó todos los cargos relevantes hasta senador nacional; y sólo le faltó ser presidente de la nación. Fue ministro de gobierno del presidente Julio Argentino Roca y desde esa función elaboró dos proyectos fundamentales: el de la ley de circunscripción electoral, antecedente inmediato de la Ley Sáenz Peña, en plena vigencia y que establece el voto secreto, universal y obligatorio. La otra ley fue la elaboración del Código Nacional del Trabajo, con la que nace la era del derecho laboral en el país. Si bien no llegó a ser tratada en el Congreso Nacional, fue una cantera inagotable desde donde se nutrió gran parte del derecho laboral que favorece a los trabajadores. Fue tomado incluso e 1974 para elaborar la Ley laboral.
Como escritor es autor de dos clásicos de la literatura argentina: “Tradiciones Nacionales” y “Mis Montañas”. Con el primer libro adquiere fama nacional. Y joven aún, ya que otra de sus características fue la precocidad: tenía 25 años cuando fue publicado “Tradiciones Nacionales”. Cuatro años después escribe “Mis Montañas” basándose en sus recuerdos infantiles, cuando estuvo refugiado con su familia en la estancia de Huaco, para protegerse de la guerra civil entre unitarios y federales. Su padre era Comandante de las filas unitarias. Sus críticos dicen que más que escritor fue polígrafo, porque escribió sobre distintas materias, como ensayos, cuentos, derecho, pedagogía, política. Sus obras completas, publicadas por la Universidad Nacional de La Plata, suman veinticinco gruesos volúmenes.
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