En concordancia con el Día Internacional de los Trabajadores, el 1 de mayo (de 1980) se emitió la primera transmisión de televisión a color en la Argentina.
La locutora Lidia Satragno, conocida popularmente como “Pinky”, fue la mujer elegida para presentar el acontecimiento; cuya grabación se sigue reproduciendo hasta hoy.
En aquel momento, Pinky, que también desarrolló su carrera como periodista, política y actriz, estuvo a cargo del anuncio que posteriormente iba aquedar en la memoria colectiva argentina: “Señoras y señores, con ustedes, la televisión a color”.
Con un elegante vestido negro y un fondo blanco, el vestuario de la presentadora libró a la imaginación de los espectadores todas las posibilidades cromáticas que vendrían después.
Los primeros contenidos a color
En el país, existían casi 300.000 televisores a color. La primera imagen que pudo hacer uso mayor de este beneficio fue nada más y nada menos que la bandera argentina, segundos después del inicio del Día del Trabajador (en la medianoche del 30 de abril).
Los contenidos siguientes fueron una película por Canal 13 y el partido de Argentina contra Irlanda, transmitido por ATC (Argentina Televisora Color).
La programación, en aquel entonces, no variaba mucho. Pequeños ajustes en los decorados eran los responsables de marcar la diferencia entre un horario y el otro. Existían los teleteatros y espacios en vivo, además de algunos programas infantiles clásicos como “El Capitán Piluso”, por Canal 13. En cuanto a los animados, ATC transmitió el Festival de Tom y Jerry, contenido entretenido y a color para los más chicos.
Lo que reunía una mayor cantidad de audiencia era el espectáculo deportivo. Aún más si se trataba de emisiones desde el exterior y con luz natural.
Las películas y las series también eran muy consumidas, sobre todo las superproducciones.
El panorama de la televisión argentina de los ’80
Luego de la gran inauguración de la televisión a color en la Argentina, los avances audiovisuales continuaron en ascenso. En pleno contexto de la guerra de Malvinas (1982), surgieron los intentos de re-licitar los canales estatizados.
Alejandro Romay fue uno de los nombres más destacados de la época: condujo el Canal 9 desde 1984; mientras que José Irusta Cornet lo hizo con el Canal 2.
A modo de recorrido por los programas más emblemáticos de la década, pueden mencionarse: el unitario “Hombres de ley”, productos humorísticos como “No toca botón”, algunos ciclos de concursos como “Hola Susana” o “Finalísima del humor”, y el recordado “Badía y compañía”.
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