La ola polar que afecta a la región trajo consigo una respuesta solidaria desde el Estado local. La subsecretaria de Ambiente de la Capital, Tania Rogel, confirmó que se reorganizaron las tareas habituales del área para destinar restos de poda y leña a comedores y espacios comunitarios que necesitan calefacción.
"Recibimos ramas todos los días, normalmente las trituramos para producir chip que usamos para proteger el suelo, pero esta vez, ante las bajas temperaturas, priorizamos la asistencia a los vecinos que más lo necesitan", explicó Rogel.
La iniciativa surgió desde el equipo técnico municipal, con la colaboración de Desarrollo Social y otras áreas, y apunta a aprovechar los restos de poda —provenientes de árboles muertos o de trabajos de mantenimiento urbano— como fuente de calor en espacios comunitarios.
Rogel también recordó que la poda no autorizada, además de ser ilegal, daña gravemente los árboles y genera riesgos para la población. "Muchos árboles que hoy están muertos en pie son víctimas de mutilaciones indiscriminadas realizadas sin criterio técnico. Eso los debilita y puede provocar caídas en tormentas", advirtió.
Desde el Municipio se insiste en que cualquier intervención sobre el arbolado público debe ser autorizada y ejecutada por personal capacitado. "El árbol no solo da sombra; es parte de un ecosistema que alberga fauna, regula el clima y embellece la ciudad. Lo cuidamos porque es un bien común", enfatizó la funcionaria.
Además, Rogel destacó las campañas de reforestación en la ciudad, aunque lamentó los daños que aún sufre el arbolado urbano. "La semana pasada tuvimos que reponer árboles y tutores rotos en Perón, Copiapó y Santa Fe. El arbolado es de todos, debemos protegerlo juntos", concluyó.
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