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Sociedad EN OCTUBRE

Dante Braida representará al Episcopado Argentino

Participará del Sínodo convocado por el Papa Francisco.
Agrandar imagen Monseñor Ángel Rossi y Monseñor Braida
Monseñor Ángel Rossi y Monseñor Braida

Durante el mes de octubre en Roma se desarrollará el Sínodo de la Sinodalidad, una Asamblea convocada por el Papa Francisco en la que participarán laicos, religiosos, sacerdotes y obispos del todo el mundo.

Además de los obispos que están al frente de la Conferencia Episcopal Argentina, Monseñor Ángel Rossi y Monseñor Braida fueron elegidos por sus pares para representar al Episcopado de nuestro país. Una primera fase antes de Roma fue un encuentro que se realizó en la sede del CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño) en Bogotá (Colombia) entre el 28 y 30 de agosto en donde se reunieron todos los delegados de América Latina y el Caribe. El objetivo del encuentro fue conocerse entre ellos y generar aportes y una mirada común como Iglesia de esta región en vistas a la Asamblea de octubre.

Al respecto, Braida dijo que “la sinodalidad es una palabra y una dinámica antigua en la vida de la Iglesia, que podríamos decir que durante un tiempo quedó en un segundo plano. El Papa Francisco quiere retomar esa dinámica, ¿qué es lo que representa para la vida de la Iglesia?”, afirmó.

“El primer recupero fue el del Concilio Vaticano II, buscando volver a las fuentes, y a partir de ahí se inició un proceso que ahora sí Francisco como que lo está poniendo más en valor, y esto está ayudando mucho a que nos hagamos cargo de la vida de la Iglesia entre todos, y sobre todo la misión que la Iglesia tiene. La sinodalidad es una experiencia que vamos aprendiendo también en el camino. Estos días en Bogotá nos están ayudando a ponernos en sintonía con el Espíritu y descubrir como él se manifiesta realmente en cada persona cuando le damos lugar y cuando le podemos compartir con otros”, aseveró.

Con respecto a cómo vive un obispo el gobierno pastoral de una diócesis, apuntó que “primero uno lo vive con mucha esperanza porque hoy día mucho está centrado en el ministro ordenado en la vida pastoral y esto implica un caminar con otros, es como compartir la tarea, y eso es un alivio y una mayor responsabilidad, porque también uno tiene que discernir los carismas de las personas, que cada uno pueda hacer su aporte a la Iglesia. Es una ayuda enorme, porque cuantos más aportan sus talentos, mejor se lleva adelante la misión”, anticipó.

Destacó la figura de Angelelli. “Es muy grande deber del legado que él nos ha dado, porque justamente él vivió el Concilio Vaticano II, y en 1968 cuando asume la diócesis buscó aplicarlo, y de modo concreto alentando a los laicos en su misión propia, en el mundo especialmente, y también ayudando a enfrentar las situaciones de pobreza que atosigaban la vida de mucha gente. También formando los consejos pastorales, organizando la diócesis por decanatos para que sea más participativa. Realmente entregó su vida por una Iglesia sinodal y por eso cuando fue beatificado, el cardenal dijo que fue mártir de los decretos conciliares. Buscó eso, una persona que amó mucho a la Iglesia, y aunque no fue muy comprendido en su tiempo por algunos sectores eclesiales, sin embargo, siguió adelante, unido a la Iglesia y fiel a la misión que se le encomendaba. Hoy día estamos tratando de leer más sus homilías, de acudir más a su testimonio, porque es una luz enorme para los que queremos vivir la sinodalidad”, afirmó.

“En Argentina como miembro de América Latina, la opción por los pobres es un acento fuerte en nuestra Iglesia y también en Argentina estamos tratando de vivirlo lo más fuertemente posible. También generar espacios de dialogo entre diferentes sectores, que también estamos tratando de llevarlo adelante en una sociedad muy polarizada. Después también el aliento misionero, se va buscando que cada comunidad tenga una impronta misionera en ir al encuentro de los que no están, ir a la escucha de aquellos que se han ido. Esos intentos va a estar bueno que resuenen en la sala sinodal”, aseveró.

“Espero encontrar hermanos y hermanas que estén en proceso, que, aunque no tengamos las cosas claras estén en camino, buscando sintonizar con el Espíritu Santo en la vida interior. Hermanos y hermanas que busquen compartir la riqueza de su lugar y una mayor valorización de los laicos como miembros de la Iglesia, que es un paso que tenemos que ir dando, y una Iglesia que trata que los pastores estén al servicio del pueblo, una autoridad que nazca y esté al servicio del pueblo”, concluyó.

Por otra parte en el Encuentro Social NOA, la dra Emilce Cuda reflexionó sobre La democracia es un estilo de vida. “Hay conceptos que se usan en distintos contextos, en distintos momentos de la historia y que atraviesan toda la historia como es el concepto de democracia y que pasan a tener un valor simbólico enorme. Por eso hay que hacer una lucha muy fuerte para apropiarse del sentido de esos conceptos, lo cual los vuelve no solamente equívocos sino a veces también trampas mortales”, indicó.

“Es necesario entonces dar una lucha seria por el sentido al interior del concepto de democracia”, apuntó.

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