El referente de la Unión de Industriales Riojanos (UNIR), Juan Carlos Serrano, encendió las alarmas sobre la crítica situación que atraviesan las empresas en la provincia. Según indicó, la industria riojana está operando a la mitad de su capacidad productiva, un escenario que remite a los peores momentos vividos durante la pandemia.

Serrano adjudicó este retroceso a una combinación de factores que afectan directamente al sector: la caída sostenida del consumo interno y el impacto de la apertura de importaciones textiles, que según dijo, ingresan al país sin una evaluación adecuada de su competitividad frente a la producción nacional.
“Es necesario que el Gobierno Nacional analice qué productos ingresan al país y evalúe si representan una competencia desleal frente a lo que se fabrica en la Argentina. Hoy, muchas industrias riojanas no pueden competir con esos precios ni sostener sus niveles de producción”, advirtió.
En ese sentido, el empresario pidió políticas activas que incentiven la inversión y la reconversión industrial, con el objetivo de que las firmas locales puedan ser competitivas tanto en el mercado interno como externo.
Desde UNIR remarcaron que, sin medidas que acompañen a las pymes textiles, peligran puestos de trabajo y la sustentabilidad del entramado productivo en regiones como La Rioja, donde la industria representa uno de los motores clave de la economía.
Redacción Edición Digital de Nueva Rioja.
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