Una de las batallas principales en la tierra riojana, fue la del Pozo de Vargas, la cual fue librada el 10 de abril de 1867 entre las tropas de Felipe Varela y el santiagueño Antonino Taboada. El combate fue el capítulo final de un proceso que se precipitó al estallar la guerra contra el Paraguay.
“Cuando en la plaza pública leen los bandos de los gobernantes y los tambores recorren ¡la ciudad convocando a la guardia nacional, los hombres huyen a la selva próxima. No los empuja el terror. Han nacido y vivido en batallas. Resisten a Buenos Aires y al Imperio. El Paraguay es el amigo y el vecino histórico..” , indica el historiador Ramón J. Cercano.
En Cuyo la oposición a la guerra estaba coordinada. De esta manera, los caudillos Juan Saá y Juan de Dios Videla controlaron la región y, luego de derrotar al coronel Julio Campos en la Rinconada de Pocito, tomaron la ciudad de San Juan. El gobierno puso al frente de las tropas encargadas de sofocar la sublevación al general Paurrero, pero el poco apoyo que encontró en su camino obligó a éste a retroceder hasta la frontera del Río Cuarto mientras el disturbio se extendía.
Uno de pocos contingentes que llegaron íntegros al litoral fue el de mando de la “soldadesca”. A ellos, se unieron voces en la propia Buenos Aires: Guido Spano, Olegario Andrade, José Hernández, Juan Bautista Alberdi y otros condenaron públicamente la Triple Alianza y sus objetivos.
En el interior Felipe Varela expresó mayor energía a la oposición, por ello el 6 de diciembre de 1866 el caudillo lanzó una vigorosa proclama desde su campamento en marcha. El carisma y la bandera de Várela atrajeron a antiguos oficiales del Chacho, como Severo Ghumbita, Santos Guayama, Aurelio Zalazar, Sebastián Elizondo y otros.
De esta manera, Mitre regresó del frente paraguayo con cinco mil hombres, aunque, contaba en el interior con la fidelidad de Tucumán y Santiago del Estero, donde mandaban los hermanos Posse y los hermanos Taboada. Uno de ellos, Antonino, sería el encargado de hacer frente a Varela, que comandaba casi 4000 hombres distribuidos en cuatro batallones de cazadores Federales. Mientras sus alados eran derrotados en diversos frentes, Várela marchó hacia la ciudad de La Rioja, ocupada por Taboada.
Taboada tendió sus líneas a unas veinte cuadras de La Rioja, en torno de un pozo llamado “de Vargas” por las excavaciones que había hecho un tal Vargas para extraer tierra destinada a la fabricación de adobe.
El santiagueño atrincheró a sus hombres detrás de unos cercos y efectuó una astuta maniobra: se apoderó de los pozos que proveían de agua a bestias y seres humanos, privando así del líquido a las fuerzas enemigas. Los hombres de Varela, después de una larga cabalgata nocturna, llegaron sedientos a Mesillas, donde se encontraron con una sorpresa anonadante: las represas estaban completamente secas.
Alrededor de las dos de la tarde se disparó el primer cañonazo y un vasto alud de color punzó cubrió el horizonte del Pozo de Vargas.
En ese sentido, hay dos versiones de los hechos. Por un lado, está la “fábula” que la escuchar los sones de la célebre zamba, que elevó la maltrecha moral de los hombres de Taboada hasta llevarlos al triunfo. La leyenda sostiene que los soldados comenzaron a bailar, arremangándose él chiripá y tomando el fusil por el medio, pero no es muy creíble que en medio de tan sangrienta batalla las tropas ejecutaran un ballet de ese tipo.
Y después está la versión que sostienen algunos historiadores, que desde las tropas de Varela, su lugarteniente lo traiciona y así es que revierte el panorama, dejando a las tropas federales en minoría.
Luego del triunfo de Taboada, hay pocos que dicen lo que pasó. Un gran estudioso en el tema y que tiene que ver con la Iglesia Catedral, es el doctor Pedro Goyochea, quien por documentación del templo religioso, pudo determinar que en los días siguientes a la derrota que tuvo Varela, algunos hombres de sus tropas estuvieron refugiados en la Catedral. Las tropas de Taboada sitiaron la Catedral y el cura de ese entonces, en una escapatoria casi de película, los pudo sacar a estos gauchos en la carreta. Esto fue retratado inclusive por NUEVA RIOJA cuando se cumplieron los 100 años de la Iglesia Catedral, en el 2012.
El Canal LatePlay tiene un video interesante y pedagógico que contextualiza esta batalla. Se lo puede ver en el siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=1aE4JhUOwzc.
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