El domingo 21 de abril, Día del Buen Pastor y la 61° Jornada de Oración por las Vocaciones, los jóvenes de la Diócesis de La Rioja se reunieron en el Hogar del Carmen en la ciudad capital.
“En la jornada hubo espíritu de alegría, encuentro y reflexión”, destacaron.
Participaron alrededor de 50 jóvenes pertenecientes a distintos grupos, movimientos y parroquias. Entre ellos: Movimiento Luz Misionera (Parroquia Nuestra Señora del Rosario), Movimiento Círculo de Juventud, jóvenes del Santuario de la Merced, Señor del Milagro, JUFRA de Olta, seminaristas, jóvenes de la Pastoral Diocesana de Juventud y Pastoral Universitaria. Esta jornada fue organizada por el Equipo de Pastoral Vocacional y Vida Consagrada.
La convocatoria se realizó a las 17,30, dando inicio con una animación. Se meditó sobre el mensaje del Papa Francisco “Somos llamados a sembrar esperanza y construir la paz”, con una representación a cargo de los jóvenes de Olta y la Hermana Joana (Franciscana Angelina). Luego, se trabajó y reflexionó en grupos sobre este mensaje del Papa.
Durante la jornada, acompañó la imagen Virgen de la Merced. El obispo, Dante Braida, estuvo un momento presente y animó a los jóvenes a ser sembradores de esperanza en sus distintos ámbitos.
Al finalizar, los participantes se dirigieron en procesión con la imagen de la Virgen de la Merced, desde el Hogar del Carmen hacia el Santuario Nuestra Madre de la Merced para compartir la Santa Misa que presidió Monseñor Dante Braida y acompañó el Padre Emmanuel Varas. En el momento del Padre Nuestro, los jóvenes se acercaron al altar para rezar juntos a la Virgen.
Monseñor les pidió que, como sembradores de paz y esperanza, extendieran el saludo de paz a todos los feligreses presentes.
En su homilía Monseñor Dante expresó: “Al celebrar en estos días los 90 años de la diócesis, pidamos juntos al Buen Pastor resucitado, que nos dé la gracia de crecer cada día en vínculo profundo con él, que podamos vivir cada compromiso de servicio a los demás con alegría y responsabilidad para encontrar en allí los signos de la vocación que Dios tiene para cada uno.”
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