En una ciudad de Estados Unidos, algo o alguien tocó el timbre de una casa a las 4 de la mañana. Entre el sueño y el suspenso, la dueña decidió no abrir la puerta. Sin embargo, al día siguiente descubrió de qué trataba y se llevó una gran sorpresa.
El misterioso llamado nocturno no era obra de un ladrón o un espectro siniestro, sino del vecino más inusual: ¡un encantador Pitbull! Al parecer, este vecino canino estaba completamente decidido a jugar con ella y no dejó que el reloj se interponga en su camino.
DEL SUSTO A LA TERNURA
La cámara de seguridad captó al tierno pitbull, llamado Bruce, en un acto juguetón y audaz llamando a la puerta y ladrando a la espera de su vecina. Con ojos llenos de curiosidad y cola enérgica, el adorable canino demostraba que las intenciones de los animales no conocen de horarios.
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