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Sociedad LOCALES

Mensaje por el inicio de Cuaresma del Obispo Dante G. Braida

El obispo de La Rioja, Monseñor Dante Braida envió a la feligresía el mensaje por el inicio de la Cuaresma.

Comenzó citando al Papa Francisco y admitió que “es tiempo de conversión, tiempo de libertad. Jesús mismo, como recordamos cada año en el primer domingo de Cuaresma, fue conducido por el Espíritu al desierto para ser probado en su libertad. El sentirse omnipotentes, reconocidos por todos, tomar ventaja sobre los demás… apegarnos al dinero, a ciertos proyectos, ideas, objetivos, a nuestra posición, a una tradición e incluso a algunas personas… [esto]en lugar de impulsarnos, nos paraliza. Existe, sin embargo, una nueva humanidad, la de los pequeños y humildes… los pobres de espíritu que están inmediatamente abiertos y bien dispuestos; son una fuerza silenciosa del bien que sana y sostiene el mundo… Es tiempo de actuar y, en Cuaresma, actuar es también detenerse. Detenerse en oración, para acoger la Palabra de Dios, y detenerse como el samaritano, ante el hermano herido. El amor a Dios y al prójimo es un único amor… la oración, la limosna y el ayuno no son ejercicios independientes, sino un único movimiento de apertura, de vaciamiento…”, acotó.

“Pidamos, entonces, la gracia de ser liberados de los ídolos que nos agobian y los apegos que nos aprisionan”, afirmó.

“Al iniciar este tiempo cuaresmal tenemos presente que el Papa nos ha propuesto un “Año de la oración”bajo el lema “Señor, enséñanos a orar”. Se trata de año dedicado a redescubrir el gran valor y la absoluta necesidad de la oración en la vida personal, en la vida de la Iglesia y en el mundo, la necesidad de la oración diaria en la vida cristiana. Un tiempo para recuperar el deseo de estar en la presencia del Señor, de escucharlo y adorarlo». Se trata de profundizar en el camino de oración, de ver ‘cómo orar’ en la etapa del camino de la vida de cada uno, y sobre todo, de ver cómo educar en la oración hoy, en la época de la cultura digital, para que la oración sea eficaz y fecunda.”, detalló.

“La cuaresma es un tiempo propicio para dar un paso más en nuestra vida orante tanto personal como comunitaria. Al iniciar el año tengamos presente en las parroquias y comunidades, en los movimientos eclesiales y áreas pastorales, de qué modo podemos generar propuestas de retiros, jornadas de oración, encuentros bíblicos y otras prácticas, que nos ayuden a crecer en nuestra vida orante”, indicó.

“Con la Cuaresma damos inicio del año pastoral en el que celebraremos los 90 años de la diócesis en el marco de profundización de la dimensión sinodal de la Iglesia. Para ello los invito a leer y reflexionar el mensaje del 1° de enero, fiesta de san Nicolás”, añadió.

“A su vez, con toda la Iglesia, nos preparamos para la Segunda Sesión del Sínodo siguiendo la pregunta orientadora para este tiempo: ¿cómo ser una Iglesia sinodal en misión? El objetivo es identificar el camino a seguir y los instrumentos a adoptar en los diferentes contextos y circunstancias, para promover la originalidad de cada bautizado y de cada comunidad en la misión única de anunciar al Señor Resucitado y su Evangelio al mundo de hoy.

A su vez es tiempo de preguntarnos: ¿Qué ministerios y organismos de participación pueden renovarse o introducirse para asumir mejor la corresponsabilidad en la misión?”, se preguntó. “Considerando el momento crítico que vivimos como país, se necesita imperiosamente personas que busquen trabajar con otros en la búsqueda del Bien Común. Esto requiere de una conversión personal de todo lo que nos paraliza o hace obrar privilegiando el propio interés o la mezquindad. Por eso, la Cuaresma, es tiempo de cambio de actitudes y modo de obrar que reflejen más claramente el Evangelio de la oración, del compartir y de la solidaridad”, concluyó.

Cabe resaltar que la Cuaresma es un momento de reflexión que llama a convertirnos y volver a Dios; es un tiempo apropiado para purificarnos de las faltas; es un tiempo para creer, es decir, para recibir a Dios en nuestra vida y permitirle “poner su morada” en nosotros (Juan 14,23), y esta conversión que se logra mediante una buena confesión de los pecados.

DANTE BRAIDA MENSAJE CUARESMA

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