
Por Fernando Viano
Hay libros que se leen como mapas y otros como fracturas. “Futuro Berg”, la última obra del escritor tucumano Fabián Soberón, es ambas cosas a la vez: un itinerario por las esquirlas de una Argentina que gana la guerra de Malvinas, que prolonga su dictadura hasta los años noventa y que, con el tiempo, se disuelve en una constelación de repúblicas fragmentarias. Pero ese delirio político no es sólo el telón de fondo de una fábula: es la materia viva de un experimento narrativo que trabaja con la historia como si fuera barro caliente, modelándola con manos de escritor, de sociólogo, de testigo.
Soberón no construye su distopía con gadgets ni con promesas futuristas de laboratorio: su mundo alternativo está tejido con mimbres del presente. En sus cuentos -que pueden leerse como piezas sueltas o como capítulos de una novela secreta- hay persecución ideológica, censura estatal, demolición simbólica de las universidades, desplazamiento de capitales, controles religiosos en la vida pública y un sistema de vigilancia orwelliano que no necesita máscaras tecnológicas para ser verosímil. Todo eso ocurre en una Argentina donde Buenos Aires ha sido abandonada y Tucumán -esa patria chica que Soberón no deja de explorar- se convierte en el centro político y narrativo del país.
El personaje de Berg, que ya había sido protagonista de un libro anterior del autor, vuelve aquí como figura enigmática y obsesiva. Es, al mismo tiempo, narrador, héroe desplazado, objeto de vigilancia, símbolo del disenso y de la resistencia. Cada relato -cada fragmento- es un eco de su figura o de su sombra. El lector no termina de saber si Berg existió, si lo están buscando o si simplemente lo sueñan quienes resisten, como una figura mesiánica del pensamiento libre. Hay en esa incertidumbre un gesto borgeano: lo que importa no es quién fue, sino cómo lo cuentan.
La prosa de Soberón es seca y vibrante. No hay espacio para la pirotecnia verbal; sí para la intensidad conceptual y la economía precisa del lenguaje. Cada oración parece decir: “No hay tiempo”. Como si el relato se tejiera desde la urgencia, desde el margen, desde una voz que escribe en los bordes de una hoja vigilada. Esa contención expresiva no empobrece la narrativa, la potencia: lo que no se dice, resuena. Lo que se insinúa, inquieta.
En “Futuro Berg”, el futuro no es ciencia ficción sino proyección crítica. La ucronía sirve para volver a mirar el presente con ojos más afilados. Y en ese gesto está, quizás, la apuesta política más fuerte del libro: mostrar cómo el autoritarismo puede camuflarse, cómo la memoria puede ser reescrita, cómo la disidencia puede ser borrada si no se la nombra.
Pero si todo eso se inscribe en la lógica del pesimismo, hay también una corriente subterránea de esperanza. Una esperanza modesta, sin épica, sin fuegos artificiales. Una esperanza que se encarna en personajes que resisten con lo que tienen: una biblioteca escondida, un discurso clandestino, un gesto de afecto, una voz que no se calla aunque sepa que no la escuchan. Esa resistencia mínima -pero feroz- es la que salva a la literatura de convertirse en testimonio muerto. Y es la que convierte a *Futuro Berg* en algo más que un libro: en una advertencia, en un manifiesto, en un espejo torcido que devuelve nuestras propias sombras.
Decía Walter Benjamin que la tarea del historiador es encender una chispa en la noche del pasado. La tarea de Soberón, en cambio, parece ser encenderla en el porvenir. Pero no para iluminarlo, sino para mostrar que incluso el futuro -como el pasado- puede ser manipulado, olvidado o vendido. Salvo que alguien, como Berg, como Soberón, como sus lectores, decida recordarlo.
EL AUTOR

FABIÁN SOBERÓN ES ESCRITOR, CINEASTA, CRÍTICO Y PROFESOR UNIVERSITARIO. HA PUBLICADO: LA CONFERENCIA DE EINSTEIN; VIDAS BREVES; EL INSTANTE; MADRID; CIUDADES ESCRITAS; COSMÓPOLIS; EDGARDO H. BERG; NARANJO ESQUINA; TODO ES AHORA. GANÓ DOS VECES LA BECA DE CREACIÓN (FNA) Y EL 2º PREMIO DEL SALÓN DEL BICENTENARIO. COLABORA CON REVISTAS DE NUEVA YORK, MIAMI Y BUENOS AIRES. FUE INVITADO AL BROOKLYN BOOK FESTIVAL Y AL FESTIVAL DE LA PALABRA (PUERTO RICO). PARTE DE SU OBRA FUE TRADUCIDA AL INGLÉS, FRANCÉS, ITALIANO, JAPONÉS, RUMANO Y PORTUGUÉS. COMO DIRECTOR DE CINE, REALIZÓ HUGO FOGUET. EL ESCRITOR DE LOS ANÓNIMOS, ZENGUI. LÍRICO EN EL EXILIO, LETRAS (SOBRE LA TIERRA), ALAS (SOBRE LO AÉREO), NOCHE EXTRANJERA (2023) Y SOY SOMBRA (2024). ES PROFESOR EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUCUMÁN Y EN LA UNIVERSIDAD SAN PABLO T. RECIBIÓ EL PREMIO LUIS FRANCO POR SUS APORTES A LA CULTURA.
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