Por Dra. Alejandra del V. Tutino
Según Frigerio y Poggi, las instituciones constituyen un nivel intermediario entre los territorios social e individual... Si una institución perdió su sentido no hay que destruirla hay que resignificarla”.
Las instituciones educativas de hoy interpelan constantemente rol psicopedagógico y sus actores institucionales demandan de la profesión de acuerdo a sus necesidades, sus juicios…y prejuicios.
Las demandas de la escuela, describen una realidad contradictoria, que, según Marchesi (2001) se pueden sintetizar en:
• Sociedades más exigentes con la escuela, pero escaso compromiso con ella.
• Problemas educativos que no tienen exclusivamente origen educativo, pero que se intenta resolverlos con reformas educativas (por ej. abandono escolar)
• Escuelas con nuevas tareas, pero con un modelo organizacional invariable.
• Evaluación orientada al rendimiento académico y no a la realidad pluridimensional del hecho educativo.
Exigencia de más y mejor educación, pero se está perdiendo su sentido y valor.
• Discurso muy avanzado frente a una realidad de carencias (por ej. tecnologías sofisticadas frente a la no concurrencia a la escuela)
Desde la docencia, hasta la asesoría pedagógica, la asistencia y la gestión educativa, la educación de hoy permite que la psicopedagogía sea un eslabón significativo en la vida de las instituciones. Las realidades actuales en el entramado social, cultural, económico, familiar y educativo configuran una acuarela de preguntas y un concierto de respuestas. Y aquí, la tarea psicopedagógica, cual director de orquesta, manejando sonidos y silencios, escuchas y decires. “…no toda palabra articula y no todo silencio distancia” (Blejman).
La diversidad de saberes, el cambio de paradigma en la enseñanza y en el aprendizaje, las configuraciones familiares, la post pandemia, las adecuaciones curriculares, las virtualidades y presencialidades, la enseñanza en el aula o remota, entre otras problemáticas, demanda de la psicopedagogía si no soluciones, por lo menos posibles respuestas. Y aquí, otro rol de la psicopedagogía. El de constituirse como coordinadora y promotora de la interdisciplinariedad y de la mirada holística del ser humano como, valga la redundancia, como ser. El dinamismo institucional llevará a posicionamientos que interpelen la teoría, que construyan y re construyan la práctica, desafiando permanentemente el rol. Re crear la profesión, re abrazar la vocación, re significar la tarea. Encontrar en la diversidad, la riqueza de la trama y, psicopedagogos/as, dedicados al aprendizaje, aprender…seguir aprendiendo siempre; más que nunca, la formación continua será uno de los pilares de la tarea psicopedagógica.
En tiempos de cambio, la incertidumbre, inclusive la confusión, puede transformarse en terreno de cultivo para la propia re-invencion (Bernardo Blejman).
LA AUTORA
LIC. Y PROF. EN PSICOPEDAGOGÍA. ESP. EN DOC. UNIV. MAG. EN GERONTOLOGÍA CLÍNICA. DRA. DEN CS. DE LA SALUD
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