Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
1591 Cultura + Espectáculos LA COLUMNA DE PAULA

La flor del cactus

Todos nosotros podemos ser El Cactus lleno de espinas pero también podemos hacer crecer nuestras flores que nos van a dar hermosura en medio del desierto árido
Lic. Paula Monsberger

Por Lic. Paula Monsberger

Me gusta dar semejanza a la idea que los seres humanos somos como un “Cactus”, lleno de espinas, dolencias, flagelos, enfermedades, debilidades, momentos oscuros y solitarios, así como también somos un paisaje de bondades, virtudes, anhelos, búsquedas y metas que es esa “flor” que crece entre nuestras espinas como una fuerza que nos dará la prosperidad y tranquilidad que tanto anhelamos y nos merecemos. ¡Los seres humanos somos un Cactus lleno de espinas!

Algunos Cactus florecen todos los años dando hermosas flores en medio del desierto y la soledad de la noche, a veces se dice que es muy poco común que un Cactus florezca. A veces también se dice que para muchas personas, la flor del Cactus es un símbolo del paso de los años, dado que sólo la floración sucede en cactus de más de seis pies de altura y esto implica que ha transcurrido mucho tiempo para ello. ¿Sabían ustedes que la “flor del Cactus” es una de las plantas más cotizadas y procede del griego Kaktos, para designar un tipo de cardo espinoso y muchos de ellos tienen la capacidad de producir flores? Las suculentas reciben este nombre por su capacidad de retener agua. Son plantas que pueden vivir en condiciones áridas o en selvas tropicales y existen más de dos mil especies. La Flor del Cactus suele tener colores vivos e intenso aroma y son polinizadas por abejas, colibríes y murciélagos. A veces también Los Cactus poseen un significado de fortaleza ante las situaciones adversas. Regalar un Cactus a una persona, podría significar desearle fuerza y resistencia ante una situación difícil que se presenta en la vida.

A veces algunos tipos de Cactus también pueden simbolizar el amor y la amistad entre dos personas y amigos de por vida.

Otras veces, se le asigna a la flor del Cactus un beneficio para la salud por sus propiedades antiinflamatorias, diuréticas, antioxidantes, antimicrobianas, hepatoprotectoras, anticancerígenas, antivirales y neuroprotectoras que tienen. La flores, semillas y pencas pueden ser consumidas cocinadas en ensaladas, zumos, mermeladas, etc.

Las tribus nativas en América, llevan siglos usando los Cactus con un fin alimenticio y medicinal así también como espiritual.

Por ello, como para algunas culturas indígenas los Cactus pueden sobrevivir a condiciones duras, se le asigna al Cactus el símbolo de la “Paciencia como virtud”. Algunos cactus tardan hasta 15 años en florecer, otros entre 2 a 9 años. A veces también se le asigna a los cactus la capacidad de absorber energía negativa. En la Biblia hay un versículo que narra: “manantial de agua que brota para la vida eterna”, una cita que ejemplifica el trabajo que tendrá el cactus almacenando agua para su supervivencia en un hábitat seco.

Alguno de los significados que se le otorgan es soportar todas las cosas, no importa cuán doloroso o difícil sea, como también significa para otras culturas calidez y cuidado, especialmente de una madre a un hijo, y para otras culturas ancestrales, era la inspiración en el vacío del desierto.

Me gusta representar la fortaleza como símbolo del Cactus.

Para algunas tribus, regalar un Cactus significa que a esa persona le deseas éxito en su vida profesional y personal. El Cactus representa esa fuerza regenerativa para afrontar problemas y adversidades.

En otras culturas indigenas, La Flor del Cactus significa la protección para la búsqueda de la salud.

Todos los seres somos como un Cactus del desierto, soportando el dolor y la soledad de la enfermedad o de una situación injusta, o de algún problema, como una espina que se incrustó en cuerpo y alma, en la vida de quien la padece.

Y a veces esos cactus que los seres somos, florecen, y lo hacen por cuenta propia de su gran voluntad y perseverancia y otras florecen ayudados por esas personas que Dios pone en el camino de la vida, la amistad, la familia, la sanación y el renacer.

Esa “Flor de Cactus viene a dar luz y belleza clara a la planta y sus espinas”, viene a decirle que no está sola en la inmensidad del desierto de la noche, que tiene en quien confiar en el proceso del camino de la vida, de la sanación, de la enfermedad, o de sus búsquedas.

Y muchas otras veces, ese cactus también da sus frutos, como el Nopal y fruto de la tuna si es dulce o xoconostle si es agrio.

Así es mi querido lector, todos nosotros podemos ser El Cactus lleno de espinas pero también podemos hacer crecer nuestras flores que nos van a dar hermosura en medio del desierto árido que a veces puede significar lo que estamos transitando, o el mundo que nos toca vivir, o un problema familiar, o una dolencia, o una situación que creíamos era imposible de superar pero que al final del camino encuentra en “La Flor” ese sostén de fuerza, protección, anhelo, ganas, ímpetu, de poder sobrellevar lo que deba ser, sabiendo que ya no se está solo, sabiendo que del otro lado hay bondad y conocimiento, sabiendo que del otro lado hay personas con todas las letras humanas, algo que hoy no es fácil de encontrar en los caminos y bifurcaciones que tiene la vida.

Recuerden el mensaje de la Flor del Cactus que les regalo con mi amor de siempre: “no dejen que el mundo los ahogue”. “Todo lo que necesitan está dentro de cada uno de ustedes y juntos pueden producir cosas hermosas en medio de un desierto lleno de vida en flor”.

¡Dedicado a una Gran Persona Humana y Médica!

¡Nos reencontrarnos con más flores en nuestra próxima columna, estimados lectores!

LA AUTORA

Lic. Paula Monsberger
Lic. Paula Monsberger

PAULA MONSBERGER ES: MAGISTER EN RELACIONES INTERNACIONALES. LIC. EN CIENCIA POLÍTICA, RELACIONES INTERNACIONALES Y COMERCIO INTERNACIONAL. PROFESORA DE ALEMÁN. MAESTRA EN DECLAMACIÓN Y RECITADO. CONDUCTORA DE RADIO Y TV. ACTRIZ.

LA COLUMNA DE PAULA

Comentarios

Últimas noticias

Te puede interesar

Teclas de acceso