Alberto Fernández es el presidente de la Argentina. Tras
cuatro años de gobierno macrista, el peronismo unido volvió al poder. El dúo
Fernández-Fernández logró amalgamar las diferencias que atomizaban al Partido
Justicialista en una batalla interna de egos, reproches y broncas pasadas. Una
vez que baje la espuma del triunfo electoral, el Frente de Todos deberá apuntar
a equilibrar las fuerzas heterogéneas que lo integran en pos de alcanzar una
gobernabilidad en armonía.
En el marco de la victoria peronista y con un ojo puesto
en el futuro, el ex canciller Rafael Bielsa reflexiona acerca del retorno del
justicialismo y asegura que la dinámica de poder entre los distintos ismos de
la coalición dependerá de los aciertos y de los errores del 'albertismo'.
Además, Bielsa cuestiona la gestión del gobierno de Cambiemos aunque elogia la
"resiliencia" electoral de Mauricio Macri y niega la instauración de un
"ministerio de la Venganza" por parte del kirchnerismo.
Noticias: ¿Por qué regresó el peronismo al poder?
Rafael Bielsa: Porque es una constante en nuestra vida
institucional y política, desde 1945. Cuando el pueblo desea castigar a alguien
por las penurias que sufre, lo hace con el arma que tiene a mano. Y muchas
veces en los últimos 70 años, esa arma fue el peronismo.
Noticias: ¿Este triunfo demuestra que el justicialismo es
la única fuerza que puede gobernar el país sin caer en crisis recurrentes?
Bielsa: De ningún modo. Si el peronismo no es consciente
de que el 40% de los votantes se inclinó por la opción de Juntos por el Cambio,
esto es, por los verdugos, por los que dejan tierra arrasada, por el festival
de la haraganería y la concepción feudal de que la Ciudad Estado es del monarca
y de sus amigos, es porque del verdugo piensan que es su verdugo, y esperaron
que cambiara de actitud. La resiliencia de Mauricio Macri es un fenómeno digno
de ser estudiado o, al menos, de ser tomado con seriedad.
En cuanto dejó de oír a Marcos Peña y pasó a escuchar a
Miguel Ángel Pichetto, y se expuso físicamente en el road show de las 30
ciudades, ya no fue el que había venido siendo. Como si hubiese recibido una
dosis de somatomedinas, la hormona del crecimiento.
A partir de ahora es el tiempo de la política expresada
en su acepción más noble: la realidad y la votación, entendida como otra forma
de la realidad. Si la política es el arte de lo posible, el virtuosismo de la
política será hacer más ancha esa posibilidad. La tarea de Alberto Fernández
será ciclópea.
Noticias: ¿Cómo piensa que va a funcionar la dinámica de
poder entre el albertismo, el kirchnerismo y el resto del peronismo?
Bielsa: Va a depender de los aciertos y de los errores
del "albertismo", si eso existiera hoy. La política, artesanía de multitudes,
castiga desmedidamente el fracaso y celebra inmoderadamente el éxito. En su
escenario, el acierto en la gestión va a ser el mejor aglutinante.
En Estados Unidos, durante el siglo pasado, se solía
decir cuando había un enfrentamiento entre periodistas estrella de una
redacción: We must stick like glue (debemos adherirnos como el adhesivo). Los
buenos resultados tienen un efecto balsámico parecido.
Noticias: ¿Cree que habrá una transición ordenada hasta
el 10 de diciembre?
Bielsa: Va a depender de la civilidad y responsabilidad
del gobierno saliente, y de un concepto gaseoso y por lo tanto algo difícil de
mapear: los mercados.
Noticias: ¿Ocuparía un cargo público en caso de que
Alberto Fernández lo convocara?
Bielsa: No me convocó más que para compartir una amistad
y una afinidad, que es la música. Y jamás me gustaron los contrafácticos, del
tipo de "si mi tía tuviera rueditas, sería un carrito".
Noticias: ¿Se viene el "ministerio de la Venganza" contra
los que cuestionaron al kirchnerismo?
Bielsa: Es más fácil que pasen 70 camellos aferrados por
las pezuñas, por los ojos de una aguja, a que tal esperpento del que jamás oí
hablar en mis conversaciones con los compañeros tenga lugar.
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