El viaje fue posible gracias al esfuerzo colectivo. El Gobierno provincial, autoridades locales y personas anónimas ayudaron a cubrir los gastos. Incluso pudo asistir antes a un entrenamiento clave en Santa Fe.
“Agradecemos de corazón a todos los que apoyaron este sueño”, expresaron desde su colegio. También destacaron al profesor Marcos Castillo, quien lo guió en sus primeros pasos en informática.
El logro de Valentino no es solo personal: representa lo que una comunidad puede hacer cuando cree en su gente. Ahora empieza una experiencia única que puede marcarle el futuro.
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