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1591 Cultura + Espectáculos ESPACIO DEL COLEGIO PROFESIONAL DE PSICOPEDAGOGOS

La heterogeneidad dentro del aula: la discapacidad en la escuela

Las dificultades de aprendizaje y los trastornos del desarrollo han constituido siempre una preocupación constante de la sociedad en general y muy especialmente de padres y docentes.
LIC. MARÍA ELIANA ROLDÁN // MP 272

Por LIC. MARÍA ELIANA ROLDÁN // MP 272

¿Qué les pasa a los docentes cuando saben que van a tener en su grado un estudiante con discapacidad?

¿Se preguntan qué tipo de diagnóstico tiene?

¡Surgen miedos o inseguridades por sus modalidades de enseñanza?

¿Comienzan a buscar apoyo en otros actores institucionales?

¿Consideran que no están preparados para trabajar con estudiantes con estas condiciones?

Los nuevos discursos sobre discapacidad señalan la necesidad de una mirada que deconstruya los significantes históricos que habían puesto como centro de atención la condición orgánica, es decir, la condición deficitaria.

Hoy el déficit no es el tema central, sino más bien relacional, es poder considerar la interacción con un contexto que puede ser adverso en esencia y, por tanto, obstaculizador de la inclusión de personas con discapacidad a entornos apropiados a su dignidad como persona. Esto nos permite pensar entonces que si bien, los estudiantes pueden tener o no una discapacidad (física, mental, intelectual o sensorial) nos debe preocupar que vamos a ofrecerles como entorno accesible para el aprendizaje y la participación.

Las dificultades de aprendizaje y los trastornos del desarrollo han constituido siempre una preocupación constante de la sociedad en general y muy especialmente de padres y docentes, pero, desde que la integración y la escuela inclusiva forman parte de la vida diaria en las aulas, han adquirido un mayor protagonismo. Esta realidad en las aulas gira en torno a la idea fundamental de trabajar en pos de una escuela para todos y con todos, que trata de garantizar el principio de igualdad en la diversidad, y que entiende que los estudiantes que presentan necesidades educativas especiales no dificultan el aprendizaje de la mayoría. Por el contrario, son agentes activos en la creación de una sociedad más justa y respetuosa con la diversidad humana.

Por lo que resulta muy importante poder establecer la diferencia entre las dificultades de aprendizaje y los trastornos del desarrollo, esta diferenciación consiste en la propia definición de cada una de estas denominaciones: dificultad y trastorno. El concepto de dificultad hace referencia a un retraso evolutivo y, por tanto, tiene carácter funcional, mientras que la palabra «trastorno» se relaciona con una alteración o incapacidad en el plano orgánico, es decir nosotros podemos conocer la alteración en termino diagnósticos (por ejemplo, TEA) pero será necesario identificar qué dificultades de aprendizaje prevalecen por sobre la etiqueta diagnostica y poder pensar entonces en favorables procesos de inclusión que permitan que los estudiantes con discapacidad tengan accesibilidad al aprendizaje a través de estrategias diversificadas y configuraciones de apoyo.

En el marco de lo establecido por la Ley Nacional de Educación, la Ley provincial, la Resolución 311/16 y demás normativas tendientes a promover, fomentar y sostener la educación inclusiva es que debemos pensar el instrumento que nos garantice que el proceso de inclusión persiga objetivos reales, acordes a cada estudiante y que tenga como objetivo principal la plena participación de las personas con discapacidad en un aula común.

El PPI es un Proyecto Pedagógico, de análisis e intervención, un instrumento destinado a garantizar el aprendizaje y la participación donde se resuelven las barreras (de acceso, comunicación, didácticas y sociales/actitudinales) y mediante el cual se establecen los acuerdos pedagógicos que favorezcan la trayectoria escolar de cada estudiante que se encuentra en proceso de inclusión. El PPI implica un proceso de CONSTRUCCIÓN COLECTIVA que involucra a cada uno de los actores sociales que son parte del escenario educativo de modo que no solo sea un documento sin sentido si no que permita ser un instrumento que permita acompañar los procesos de enseñanza, aprendizaje y evaluación.

Este proyecto pedagógico está pensando para respetar la individualidad del estudiante, conociendo sus fortalezas y necesidades para dar respuestas específicas que busquen eliminar o disminuir las barreras que se presenten en el contexto.

Puesto que cada niño es único, las formas en que se presentan y evidencian los problemas de aprendizaje guardan relación con la individualidad de quien aprende, de tal manera que no existen ni manifestaciones únicas ni tratamientos iguales. Es importante conocer al niño, en su totalidad, entendiendo su problemática específica, ayudándole a descubrir sus fortalezas y debilidades y enseñándole estrategias de apoyo que le permitan tener éxito en el aprendizaje desde su diversidad.

PSICOPEDAGOGIA

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